Me llevé una decepción gorda en 1996 con estos discípulos tardíos del "estocolmo sound", como últimas esperanzas, herederos de la mejor tradición del sonido "Buzzsaw" o motosierra, para salvar el swedish death metal. Parecía que lo podían conseguir, pero tras su tercer largo "Swallow the Snake", las esperanzas se convirtieron en decepciones. Su bella historia fue tan corta y tan intensa que merece la pena recordarlos. Os dejo con; Desultory "Antes de hoy, más allá del mañana..."
En medio de este caos, les coge a los Desultory con sus instrumentos preparados para entrar en los míticos "Sunlight Studio" para grabar la continuación de su, ya considerado, clásico debut "Into Eternity". Ya no había vuelta atrás, las canciones estaban en su cabeza y el Tomas Skogsberg no les iba a conceder ni la más mínima prórroga. Si no entraban el día pactado a grabar, fuera, y que pasaran los siguientes. Los estudios estaban tan abarrotados, con listas de espera de meses, que el Skogsberg no se paraba con nada ni con nadie.
Portada disco "Into Eternity", 93 |
El death metal se estaba muriendo, aunque yo ávido y deseoso de su furia y sus gruñidos me resistía a creerlo. Todavía pensaba que en 1994 el death todavía podía renacer y seguir ofreciendo buenos discos. Mis ambiciones se enfrentaban a la cruda realidad. Estos eran los últimos estertores de un estilo que estaba siendo devorado por las hordas blackers del black noruego. Ley de vida. Florece un nuevo subgénero, y este se come a su predecesor. Y así sucesivamente...
El cambio de paradigma era imparable. Paradise Lost, uno de los referentes de estos Desultory, mudaba la piel hacia un doom/gothic más refinado y menos afilado con "Draconian Times". Carcass hacía lo propio con "Swagnsong". Sentenced se transformaba en "Amok". Si hasta los Dismember experimentaban con "Massive Killing Capacity". Parece que nadie apostaba por el death metal. ¿Por qué iban a hacerlo estos Desultory?. No era ni viable ni rentable económicamente. Víctimas de una carrera tardía, sus pisadas ya eran marcadas por otros. Igual que Entombed se enfrentaban a su tercer largo, disco clave para el devenir de su futuro. Hasta el momento, los inventores del sonido motosierra habían acertado. Cada disco que presentaron, había sido un éxito. Al fin y al cabo, la responsabilidad de presentar algo novedoso recaía en Nick y sus muchachos. No de estos Desultory que no eran más que unos buenos alumnos aventajados. Si se equivocaban, sería el fracaso de todos.
Portada disco "Bitterness", 94 |
La melancolía amarga de "Bitterness" daba paso a la serpiente de "Swallow the Snake". Un nido de ellas, sobre montones de groove, grunge y rock alternativo donde ya nada era antes de hoy, sino un más allá del mañana. Todas enroscadas, donde ninguna se reconoce y donde todas parecen iguales. Mientras en "Into Eternity" y "Bitterness" exploraban un death metal oscuro y melancólico, lleno de pasión y entrega. Aquí perdían ese impacto visceral y crudo que los caracterizada.
Los Desultory se mostraban muy dispuestos a evolucionar, desprendiéndose de esa emocionalidad desgarradora que habían mostrado en el pasado y que los hacía tan grandes. Pero aquí no logran capturar la magia de sus primeros lanzamientos, ni tampoco ser una referencia que pudiera destronar a "Wolverine Blues". Los más fanáticos lo vieron como una traición a las raíces, mientras que a otros les parecieron como un experimento, una curiosidad donde tan solo en el último tema "Silent Suffering" eran capaces de volver a sentir su grandeza. Todo junto era muy poco para el potencial que tenían. Un talento desaprovechado, que fue directo al cajón de las esperanzas perdidas.
Contraportada CD "Swallow the Snake", 96 |
Con todo, sus dos primeros discos son obras maestras del género, que para nada quedan empañadas por este "Swallow the Snake", una curiosidad perfectamente escuchable que va directa al purgatorio de las causas perdidas. Esas que pudieron ser, pero que nunca fueron. Hasta la próxima, amigos!
Veredicto: Purgatorio. 6/10
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