No era fácil sacar un disco después del Down. Un álbum tan innovador y rompedor, les ponía el listón muy alto a los suicidas finlandeses de Sentenced. Después de una trayectoria ascendente llegaron a 1998 con este Frozen y, en cierta forma, su ascenso meteórico se vio frenado con un trabajo que no contentó a propios ni extraños, dejando congelados a la mayoría de sus seguidores. La banda optó por un giro más envolvente en su música y emocional en sus letras, llenándolo todo de desolación y desesperanza, que se nos presentan a punto de cumplir 27 años, en un buen momento para volver a descongelarlas y tratar de analizarlas, a ver si somos capaces, sin que se nos derritan del todo...
Este mal enfoque (creo) en la producción, es lo que nos va a condicionar ya de entrada toda nuestra opinión general sobre el disco, y no deja de ser una pena, porque estos liderados por el difunto Miika Tenkula, en este Frozen seguían con sus aspiraciones de seguir dándole vueltas a la tuerca. Desde aquel maestro y obra de arte que sacaron en 1995 llamado Amok (para mí uno de los mejores discos del extremo de los 90). Esta gente habían dado un giro total a su sonido, para pegar un salto de calidad y convertirse en una de las bandas más internacionales y abanderadas del sonido del país de los mil lagos. Junto con Amorphis y Children of Bodom, fueron tres de las bandas venidas del extremo que más pasearon la bandera de Finlandia por todo el continente europeo. No hace falta más que escuchar a grupos como HIM, para saber lo que les deben a estos cinco oriundos de la ciudad finlandesa de Muhos.
De empezar en 1991 haciendo un death metal de corte old school, primitivo, crudo y cavernoso con su album debut, Shadows of the Past, poco a poco fueron puliendo su propuesta, llenándola de matices y complejidad técnica, con su siguiente largo de 1993, North From Here, hasta que todo ese proceso lo culminaron de manera magistral con su tercer disco, Amok, y el que los lanzó a la fama por todo el viejo continente. A partir de aquí, continuaron su salto cualitativo y cuantitativo con Down, para llegar a una cierta parada en su camino con este Frozen, donde todavía seguían a la vanguardia del sonido, pero ya no era ese disco rompedor, lleno de inventiva y fascinación como nos tenían acostumbrados en los dos anteriores. Con Frozen esa chispa de genialidad que se traían desde 1995 el Miika Tenkula y sus muchachos parecía que se había adormecido o, nunca mejor dicho, congelado como la imagen del ser de la portada.
La nostalgia es un sentimiento muy poderoso, pero también nos puede hacer débiles y atados a un pasado, que a veces nos puede jugar malas pasadas. Con Crimson, su siguiente trabajo, estoy convencido de que mejoraron. Me parece que con su quinto elepé, las cosas las hicieron mejor. Dejaron atrás tanto desaliento y derrotismo, para presentar temas con más esperanza y, lo que es muy importante, sonando mucho mejor. Respiran con libertad y no estaban tan oprimidos como en este Frozen. En cierta forma, en ese Crimson recuperaron ese brillo, la chispa y la energía positiva que los alejaba de tanta negatividad, provocando una nueva reactivación de sus posibilidades.
Frozen los convertía en una banda demasiado depresiva y pesimista que acabó contagiando el espíritu de todo el disco, y convirtiéndolo en algo demasiado opaco que a mí personalmente no me permitía disfrutarlo en su totalidad.
Estos Sentenced apostaron por un concepto de disco sombrío, lleno de desesperación y angustia. Plasmándolo todo en letras relacionadas con la muerte y el suicido, de ahí que, a partir de aquí, les pusieran el apodo de Los Suicidas. En todo el trabajo no hay atisbo alguno de esperanza. Hojas muertas sobre tumbas, amores fallidos, y despedidas sin remisión al otro mundo es la temática que nos espera y, por lo tanto, la música va a ir en consonancia con tanta tribulación y sufrimiento. Tras una intro épica, abertura de este baño de lágrimas, saltan, Farewell y Dead Leaves, primera y segunda, respectivamente, que dejan buena muestra de este mundo perdido, sin solución, lleno de dolor, representado en 12 pistas, donde ninguna vida ni nada parece tener sentido.
Una soga y una botella de whisky pueden ser buenos acompañantes si decidimos seguir escuchando temas de disco. Grave Sweet Grave, no va a cambiar nuestra impresión de estar ante un álbum sumido en una fuerte depresión. Puede que con Burn, la siguiente en caer, vuestra opinión pueda variar un poco. La única donde se atreven a meter unos buenos guturales para bañarlo todo en un recuerdo de un folk exótico y oriental, lleno de sonidos wah wah, y voces death. Nada, un espejismo engañoso, de poco más de dos minutos, para volver al mismo camino marcado desde el principio. Una vida perdida, sin visos de esperanza. Un corazón ahogado que todavía late en la recta final del disco como en la de Drown Together.
Una banda que había llegado a 1998 transformando su propuesta en un metal/rock gótico moderno y actual, con la calidad que les caracterizaba, pero más suave y domesticado. Directo, sin complicaciones. Un disco imperfecto, extraño, irregular. Desconcertante. Pero como en toda buena banda, como eran estos Sentenced. El disco está lleno de momentos mágicos. Partes escondidas entre los recovecos de algunas canciones, que hacen su escucha especial. Sentenced era un grupo para una inmensa mayoría. Con su universo e idiosincrasia bien marcadas, por eso para el final reservaron la joya del disco. La pieza más triste, evocadora y desolada de todo el álbum. Un pequeño regalo totalmente instrumental para el que aguantó ahí sin subirse a la silla para colocarse la soga. Mourn es esa canción para guitar heroes. Para los amantes que trabajan ese mástil con finura como lo hacían los propios Tenkula y Loppaka.
En 2009 falleció su mentor y guía espiritual, Miika Tenkula. Y con él, se desvaneció cualquier esperanza de volver a ver a Sentenced reunido. Aquella posibilidad se perdió en el fondo de una botella, arrastrada por la maldición que siempre pareció acechar a la banda. Sentenced emprendió un camino de perdición, y su destino quedó marcado por la tragedia.
En Frozen, colgaron una soga; la soga de su condena. En su momento, este disco se percibió como una obra extremadamente sombría y pesimista. Hoy, sin embargo, la perspectiva ha cambiado. Paradojas del tiempo, ya no lo veo tan desesperanzador. Tal vez, en la mente de Miika Tenkula, ya rondaban visiones que terminarían convirtiéndose en realidad. Como si el álbum hubiera sido un presagio, una advertencia velada sobre el destino que aguardaba, no solo a él, sino a toda la humanidad. Hasta la próxima, amigos.
7/10
A la memoria de Miika Tenkula (DEP)
Sentenced... no hay que minusvalorar lo que esta gente aportó en su momento... ni mucho menos. Yo empecé por el North from here; y claro, no es un mal disco de death, tiene muchas variantes y es entretenido, aunque no una obra maestra para mi gusto.
ResponderEliminarSaldrían antes y después de este otros discos de death mejores (ojo, también muchos peores de gente de mucho relumbrón)...
El Amok lo escuché pero no terminó de engancharme. Sé que es casi un delito, pues hay quorum en que este es uno de sus mejores discos, pero después vendría el que para mí los definió en lo que a mí mas me gusta de ellos. El Down es el punto intermedio entre el death de sus principios y el rock/gótico que hicieron después. Ese es el disco que a mí mas me gusta... Frozen me dejó así, helado. Muy pesimista, melancólico, con un sonido de guitarras... bueno, sí, no es malo, pero tanto pesimismo y melancolía les dejó un poco faltos de guitarrazos y mala leche. Los estribillos "cantables" sí los tiene, pero para mí este es el último disco que puedo escuchar de ellos. Y no vuelvo muy habitualmente a él.
Un 6 para los Finlandeses congelados.
Es que yo creo que se pasaron con tanta negatividad y fatalismo. Es demasiado depresivo. Tanta carga de desesperación, de no haber salida, se hace demasiado cargante, y de ahí, creo, ese sonido que tiene que es como super gélido. Totalmente helado.
EliminarQue conste, que en su día no lo entendí. Hoy, lo encuentro mucho mejor, cuidado. Es un disco que parece que no, pero tiene muchos detalles y matices muy guapos escondidos en los temas. Las guitarras son muy buenas, llenas de guiños y partes de auténticos genios. El problema es el concepto que te sumerge demasiado en un mundo de desolación, que acabas hasta los cojones.
Pues yo, fíjate, me gustó mucho el siguiente, Crimson. A pesar de ser todavía mucho más rockero, conecté muy bien, y me pareció un mejor trabajo. Más variado, sonando con más brillo. Un álbum más dinámico y abierto, sin estar metidos en tanta depresión.
Hay gente que no les molan estos Sentenced. A mí me parecen de las mejores bandas que salieron del extremo. El Amok me parece una auténtica obra maestra. Es de esos discos insondables, que cada vez que los pones siempre descubres cosas. No sabes muy bien que hay ahí metido. Es todo, y al mismo tiempo, nada. Después vino el gran Down, que me parece un ejercicio de modernidad, genialidad e inventiva superlativo, un disco que siempre suena actual. Eran unos genios estos tipos. Especialmente el Miika Tenkula, que era su líder y el que prácticamente componía todo.
Yo no paro de flipar con la de Nepenthe. Es que esa canción es acojonante. Nunca pasa de moda. Es fresca, actual, como si no pasara el tiempo sobre ella.... Un icono de los 90´s.
El que no disfrute de Sentenced, es un pena, pero para los que somos fans de ellos, son una auténtica delicia... Bandaza!!!
Pues tendré que hacer un esfuerzo y dedicarle un buen rato al Amok... ya me lo han dicho varias personas, pero casi siempre que lo pongo, no lo termino de escuchar. A ver si este finde tengo un rato y me lo pongo entero dos o tres veces y me hago con él.
EliminarEs muy bueno, tío... Ya solo como empieza... Parece que cae una bomba del espacio (me recuerda a la entrada del So Far, So Good ... So What! de Megadeth) Escucha las guitarras. No sé cuántas pistas hay ahí metidas. Es doom, heavy metal, thrash, death, gothic, lo que te imagines metido en un disco... Uno de los álbumes más completos y variados que te puedes encontrar. Parece increíble que después del North from Here, que no estaba mal, fueran capaces de crear esta obra. Los cambios de ritmo que tiene, todo. Solos, guitarras acústicas, voces femeninas. El primer tema del Amok es para cagarse... Ya te digo que, para mí, de los mejores discos que se han hecho en el extremo de todos los tiempos... Ahora, como la Nepenthe no hay nada igual. El riff principal es de antología. De esos para enseñar en las escuelas de la guitarra de rock.. A partir del 0:35 empieza la magia de la canción, y ya no te suelta. Los solos son otra maravilla. DISCAZO ABSOLUTO.
EliminarEy!, que se me olvidaba. Como siempre, agradecido que te pases, JCSG. Sentenced creo que nos molan a los dos..jajajjajaj
ResponderEliminarUn saludo!
De todas formas (por ampliar un poco más el anterior comentario). Es que tienes que perdonar, pero es con el Amok me pongo burrísimo, tío. Soy un auténtico loco de ese trabajo.
ResponderEliminarCreo que igual no le pillas mucho el punto por la producción. A que se te hace un poco sucia. Como embarullada? Es que la producción del disco no es mala, pero tampoco es cinco estrellas como digo yo. De hecho, hay que tener en cuenta, que creo que es el primer disco que se grabó en los Tico-Tico Studios, que después, gracias a este Amok, se hicieron muy famosos.
El Amok es un disco muy complejo, con muchas partes, que requería una producción más buena. Pero bueno, aún así, está bastante bien....
Ya me dirás a ver si le das al disco y me dices...