Imaginaros por un segundo que aquí en Europa se prohibiera escuchar heavy, no sólo tocarlo o practicarlo. El mero hecho de su escucha ya fuera delito con pena de cárcel. ¿Qué haríais...? ¿seguiríais escuchándolo igual?, pena de acabar entre rejas ¿o lo dejaríais de seguir...?. Parece una paranoia de las mías. Una soberana estupidez. Cómo se va a prohibir escuchar heavy metal. Pero, por un momento, imaginaros que entra de gobernante un demente de estos, un pirado, un tío que se cree que va a arreglar el mundo, un iluminado tocado por la varita de algún dios, un falso mesías, nuncio profeta, y se le da por cargarse y destruir el heavy metal como solución a todos los males. Solo los locos hacen posible lo imposible... cuando ser heavy te puede llevar a la cárcel: el heavy entre rejas.