Este humilde reportaje no pretende ser la guía definitiva de la escena death española de los 90s, ni tampoco una referencia muy exhaustiva, tan solo aspira a dar una pequeña pincelada de aquellos años y, sobretodo, de los héroes y pioneros que se atrevieron a lanzarse a practicar este estilo cuando en España era muy marginal y minoritario. Locos drogadictos les llamaron, melenudos inconscientes, en el mejor de los casos, pero que, sin ellos, esta historia no llegaría hasta nuestros días. Aquí vamos con esta podredumbre ibérica a ver qué nos encontramos: Here we go!!!!
España para esto del metal extremo siempre ha sido una cosa digna de estudio. Una asignatura pendiente que siempre quedaba para septiembre y que nunca hemos sido capaces de aprobar. Ni a día de hoy todavía tenemos un grupo realmente puntero y que haya triunfado fuera en estos sonidos. Somos buenos en fútbol (también en meter la mano donde no debemos), tenemos buena comida, pretty women, clima variado, playas, fiestas y romerías... Entonces.. ¿Qué es lo que nos ha fallado? Seguramente muchas cosas, pero todo eso tampoco explica por qué aquí en los 90 nunca fue capaz de salir una banda potente que pudiera llevar la bandera del extremo español por el mundo adelante. Siendo España un pais de 38 millones de personas en 1990, parecía fácil que surgiera una banda, pero no, tíos, la ley de probabilidades (1= es posible que ocurra, 0= imposible que ocurra) aquí siempre salía 0. No pasaba lo mismo en Portugal, por ejemplo, ni en Suecia, Finlandia o cualquier país nórdico, ya no digamos nada de Suiza, que con 6 millones de personas sacaron a Celtic Frost, Coroner o Samael. Así que eso de la población no nos vale para explicar el fenómeno de no bandas extremas en España.
Tampoco el problema es que no hubiera grupos, porque sí había, pero sí es cierto que se daba una pauta curiosa en casi todas ellas, y es que la mayoría nunca conseguía grabar un disco y, si lo hacía, ya muy tarde, pasados bastantes años cuando la escena ya había muerto. Hay infinidad de casos de buenas bandas que nunca pasaron de unas cuantas demos y como mucho algún Split. Un buen ejemplo pueden ser los riojanos Aposento que nunca fueron capaces de editar un disco hasta 2014. Los valencianos Obscure, que, formados en 1988, tampoco publicaron un álbum completo hasta 2019. Human Waste, desde Tortosa (Tarragona) también sufrieron la misma maldición. Y así muchas otras, hasta llegar a un caso de los más sangrantes que recuerdo con los gallegos Absorbed, una de las bandas con mayor calidad técnica y de las primeras que surgieron, y que nunca fueron capaces de sacar un disco hasta 2013.
Así que, lo siento, esto va a ir de los primeros discos que se grabaron en España dentro del death/doom, no tanto, de cuáles fueron las primeras en tocar death metal, que ya veis que en algunos caso sí pueden haber coincidencias y en otros no. Como se dice en al argot taurino: Va por ustedes (y por ellos)...
1. Unbouded Terror - Nest of Affliction (1992, Drowned Productions)
2. Necrophiliac - Chaopula. Citadel of Mirrors (1992, Drowned Procutions)
3. Feretrum - From Far Beyond (1992, La Kaleta)
Estes tenían un sonido más brutal que las anteriores con un enfoque más europeo tirando a bandas como a los primeros tiempos de los suecos Entombed. A pesar de lo limitado técnicamente, el disco tiene un encanto pútrido y especial. Para mi gusto, una de las atmósferas más conseguidas y cercanas a esas grabaciones tan old school y artesanas que tenían las maquetas venidas de Suecia o de los USA. La edición es tan artesanal y limitada que solo se editó en casete hasta 2013, que es cuando el sello Memento Mori lo reeditó en CD, remasterizándolo, lo que mejoró mucho el sonido, demostrando la calidad del disco. Como dicen los americanos: Absolute Cult Album.
4. Dormanth - Valley of Dreams (1995, Arise Records)
Una banda con buena ejecución, que hacían su apuesta por un death melódico bastante competente, con capacidad para emocionar, que podía acercarse a esas melodías oscuras y melancólicas de unos Paradise Lost, Amorphis, Desultory o Unanimated. Trabajo este Valley of Dreams, que abría una nueva vía para explotar en eses sonidos y cultivarlos más abajo de los Pirineos, en medio de esos hayedos, robledales y encinares tan típicos de la floresta vasca, pero ninguna de sus melodías consiguió brotar allí, por lo que, al igual que pasó a las anteriores, acabó en el olvido y la banda disuelta hasta 2016 que es cuando retoman la actividad para seguir activos hasta nuestros días. Un valle de sueños dentro de un acantilado desierto, que se convirtió en un valle de lágrimas...
5. Golgotha - Melancholy (1995, Repulse Records)
Primeros Celestial Season, The Gathering, Crematory, Tiamat del Clouds.. y así una forma de vivir un sueño que se tornaba en pesadilla a medida que avanzaba... Este Melancholy tuvo una continuación tres años después con un segundo trabajo, Elemental Changes, siguiendo una trayectoria más o menos estable, hasta llegar a entrar su mujer María J. Lladó, en 2021, para aportar sus voces femeninas a los discos, convirtiendo a estos Golgotha en una de las apuestas más solidas dentro del panorama doom/death español.
6. Haemorrhage - Emetic Cult (1995, Morbid Records)
Para mi es un estilo del que no soy muy devoto, pero reconozco que tiene su público, sonidos solo aptos para los paladares más exclusivos y enfermizos. Y el disco, si sois fans de todo eso no os va a defraudar. La putrefacción se saborea en el ambiente. Buen provecho.
7. Avulsed - Eminence in Putrescence (1996, Repulse Records)
Con estos Avulsed tardó bastante tiempo en debutar en formato elepé, hasta que editó este Eminence in Putrescence en 1996, que es cuando sale a la luz, como no, bajo su propio sello (Repulse Records de aquella, ahora es Xtreem Music). A partir de aquí, la banda siguió una trayectoria bastante regular y sólida, editando buenos trabajos, lo que les valió para realizar giras tanto por Europa, Latinoamérica e, incluso, por los USA, labrándose un estatus prestigioso y de casi (o sin casi) leyendas del death nacional. No son unos Pestilence, ni Suffocation, ni nada eso, pero sí, posiblemente nuestra banda más reconocida. El buque insignia de la parte más extrema del metal español.
8. Christ Denied - ... Got What He Deserved (1996, Gulli Records)
El problema fue la batería, que se descubrió que era una caja de ritmos lo que restó autenticidad al disco, que ya sabéis que es una cosa que a los más puristas siempre les echa para atrás. Si obviáis este detalle, el plato os dará lo que os merecéis: mierda pútrida y cargada de malignidad.
9. Reincarnation - Void (Repulse Records, 1997)
Portada hecha por un ilustre mundial de las cubiertas como es el artista americano Joe Petagno (el creador de la mascota de Motörhead) para cubrir un sonido superpesado, guitarras a tope de graves y guturales llevados el extremo. Un estilo que requería de producciones muy buenas para que todo ese amasijo de distorsión encuentre algo de nitidez y se puedan disfrutar los temas. Algo que, desgraciadamente, no ocurrió aquí, desluciendo un poco la sensación general de este Void. Estos Reincarnation resurgirían otra vez con un segundo disco, The Beginning of the End, editando en 2015, intentando una reencarnación que se resiste a completarse.
10. Fermento - Symbols of Decrepitude/Symbols of Supremacy (Goremania Records)
Esta vez los que se pusieron detrás de la mesa hicieron un trabajo bastante profesional y estos Fermento a nivel sonoro, consiguieron presentar un disco que suena poderoso y contundente. Todo es de carne y hueso, hasta la buena portada hecha por el buen dibujante e ilustrador Mike Ratera. A mí ya sabéis que estas propuestas tan podridas con voces hyperguturales a lo Darryl Wagner de los primeros Pyrexia no son mi menú diario, pero hay que reconocer que este Symbols of Decrepitude/Symbols of Supremacy es un ejercicio bastante logrado de emular a todos esos colosos del rollo más brutal y cafre del death metal.
Esto ha sido todo, apreciados compañeros. Humildemente creo que estos 10 discos pueden valer para haceros una pequeña instantánea, un pequeño back in time, de por dónde iban los tiros en España en los albores de esta movida del death metal en nuestras latitudes. Seguramente, algunos se habrán quedado en el tintero, pero se podría decir que no son todos los que son, pero sí todos los que están. Lo que no deja de ser patente lo limitado y la escasez de recursos y medios que contaban, muy dependientes y derivativos, en ocasiones muy amateurs, pero todo se suplía con mucha imaginación, curro y convicción, para sacar adelante grabaciones humildes, pero de auténtico y genuino underground death metalero.
Tras estos pioneros, vinieron otros, en segundas y terceras oleadas, nuevas generaciones de chavales con mejores medios y nivel técnico como; Helevorn, Eternal Storm, Wormed, Teitanblood, Evadne, Eczema... y muchos más que ayudarían a profesionalizar y a engrandecer la escena patria. Pero no cabe duda de que en estos locos y bohemios de Vicente Payá, Dave Rotten, hermanos Cordeiro (Lino y Mario), gente de Dismal, Unnatural, los olívicos Unhalloweed, históricos como los valencianos de Total Death (que nunca consiguieron editar un disco), igual que tantos y tantos otros, bateristas, bajistas, vocalistas, teclistas anónimos, por supuesto, guitarristas, que sus nombres no salen en ningún lado, pero que se atrevieron a lanzarse a tocar este subgénero tan virgen y nuevo, dentro de nuestra tierra llena de sudor, sol y sangre. Para todos ellos, vivos o muertos, aquí, como homenaje, va este pequeño recordatorio de sus hazañas y peripecias: ¡Larga vida al Death Metal español! Hasta la próxima, amigos.
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