viernes, 4 de julio de 2025

Cemetary - Sundown: Mathias Lodmalm navegando con su gótico de medianoche



El atardecer gótico de los Cemetary que acabó por enterrarlos y olvidarlos para siempre. La verdad es que nunca fueron plato de buen gusto para los más acérrimos, y con este Sundown tuvieron la excusa perfecta para echarles la última palada de tierra sobre su féretro. Yo no digo que sea una obra maestra del género, pero tampoco lo veo tan terrible. Es un trabajo elegante, que culminaba una carrera y cerraba el círculo iniciado en 1992 con An Evil Shade of Grey para abrazar definitivamente su entrada al Gothic Metal. 


1. Elysia (02:36)
2. Closer to the Pain (03:39)
3. Last Transmission (03:19)
4. Sundown (03:51)
5. Ophidian (05:33)
6. Primal (02:18)
7. New Dawn Coming (05:03)
8. The Embrace (04:02)
9. Morningstar (03:57)
10. The Wake (05:43)

Produced by: Mathias Lodmalm
Black Mark, 1996

Edición casete, Sundown, 96

Con estos Cemetary tenemos a un buen ejemplo de conceptos musicales distintos. Si bien surgieron a finales de los 80 en la floreciente escena death sueca al igual que los anteriormente reseñados vikingos de Unleashed. Estos optaron por una evolución de su sonido, sin encasillarse nunca en una misma fórmula. De empezar haciendo un death metal old school, fueron evolucionando su propuesta, adaptándola disco tras disco, hasta llegar a este Sundown donde para mí completaron su criatura, cerrando su trayectoria en un gothic rock/metal bastante bien conseguido.

Dos visiones distintas de entender la música: Unleashed confiaban en su sonido y lo llevaron siempre a cabo hasta el final, mientras que estos Cemetary apostaron siempre por variar su música e ir suavizando su propuesta hasta llegar al final del camino con este cuarto disco que nada o muy poco se parece a aquel debut áspero y desgarrador de 1992 llamado An Evil Shade of Grey. 

Lodmalm and Iwers, 96
Para mí son dos propuestas totalmente válidas: el que quiere seguir confiando fiel a unas ideas, y el que prefiere crecer e ir probando cosas nuevas. Desde luego a los Cemetary no se puede decir que les fuera muy bien, tras este Sundown sacaron otro álbum, y desparecieron, en cambio Unleashed aguantaron mucho mejor los envites hasta nuestros días, donde todavía siguen sacando discos y haciendo giras.

Cemetary se puede decir que fracasaron, aunque para llegar a Roma siempre hay varios caminos y tampoco todo no se hace en un día. El problema principal de estos doom/góticos de Lodmalm es que la sombra y la etiqueta de ser unos imitadores de Paradise Lost siempre les acompañó, y fue algo que los convirtió en un grupo segundón, con la opinión generalizada entre los fans, de que no hacían más que seguir los pasos que dictaba el maestro de las melodías góticas y decadentes, el Sr. Gregor Mackintosh, desde la floresta británica de West Yorkshire. Tampoco hay que ser tan duros con ellos ni criticarlos en demasía. ¿Quién no copiaba de Paradise Lost? solo hace falta ver en qué cayeron todas las bandas doom/góticas de los 90s. Tiamat, Anathema, Celestial Season, The Gathering, etc... todas empezaron en el death metal y fueron reculando para, incluso algunas, abrazar casi el pop/rock. 

Este Sundown venía siendo una especie de Draconian Times a la sueca, pero a la manera de Lodmalm, me refiero, metiendo algunos detalles sinfónicos psicodélicos para no caer en una copia descarada del considerado black álbum de los góticos de Halifax. Es una cosa que nunca pudieron disimular, y es ese pestazo a Paradise Lost que siempre tienen sus discos. A mí no es que me moleste, ya que soy un enamorado de ellos, pero sí es cierto que a veces resultaba un completo fusilamiento de sus discos, y algo que podía incomodar mucho a la gente que se acercaba a ellos, y que les servía en bandeja de plata, la excusa perfecta para criticarlos y despreciarlos sin compasión. 

Josefsson and Nordberg, 96
Ya desde los tiempos de su segundo disco, Godless Beauty, de 1993, las influencias eran más que notorias. De aquella más góticas, y fijándonos en discos como las obras maestras Icon o Shades of God, así ha ocurrido siempre. Los de Holmes/Mackintosh les han marcado el camino, y estos no han hecho más que seguir sus pasos. Pero ojo, que también estos (me refiero a los Cemetary) aunque resulte sorprendente, también han hecho  cierta escuela e influenciaron, por ejemplo, a otros paisanos como Lake of Tears, que también se formaron en la misma zona de Gotemburgo, o hasta os diría a gente como los finlandeses HIM.

Resulta claro que dentro de la escena death sueca de finales 80, principios 90, había dos corrientes: la escena de Göteborg, más melódica, y la de Stockholm, más cruda y agresiva. Dos escenas que siguieron caminos distintos, pero para mi gusto igual de interesantes.

Los Cemetary de 1996 era una banda que se habían desprendido de un death metal en desguace, y abrazado, ahora sí, el metal/rock gótico en toda su plenitud. Sundown resulta ser su disco mejor hecho e interpretado, el más musical, y el que por fin tiene una portada algo decente (sin tirar cohetes) hecha una vez más por el inolvidable portadista sueco Kristian Wahlin.

Contraportada CD, Sundown, 96
En este Sundown es cuando tienes esa sensación de encontrar a una banda que ha llegado a su punto correcto de maduración y que llegan más sabios y capaces en todos sus aspectos. Su disco mejor producido, el segundo que producía el propio Lodmalm, y que presentaba a una banda moderna que quería abrirse un hueco dentro de la camada de bandas doom/góticas que abrazaban unos sonidos melancólicos y oscuros, pero más refinados y menos agresivos.

Ya no se llevaba pegar gritos, ni los guturales de ultratumba, ahora se paseaban las almas entre cementerios con una belleza y hermosura inusual. Eses seres monstruosos, algunos deformes, sin dentaduras, de un solo ojo, habían desaparecido, para dar paso a condesas vampíricas y brujas hechiceras que susurraban y te acechaban, embrujándote con solo mirarte. 

Elysia podía ser una de ellas. La primera del disco que se presenta totalmente representativa de esta nueva cara de Lodmalm, donde su mundo sonoro es más oscuro y seductor. Una invitación a la reflexión como en la siguiente, Closer to the pain. Guitarras nostálgicas y envolventes donde todo está más cerca del dolor que de la agresión. Last Transmision ofrece ese toque casi sinfónico y más majestuoso del disco. Lo mismo ocurre con la homónima, donde los teclados y una voz más arrastrada y pecaminosa de Lodmalm parece querernos indicar que todo es un ocaso. Un camino gótico de medianoche demasiado bello para dejarlo pasar.

Después, el trabajo presenta cortes más etéreos y experimentales, como en una extraña y psicodélica Primal, casi preludio premonitorio, como adelantándose a lo que solo un año después vendría en un One Second de los Paradise Lost que tanto sorprendió y dividió a su poderosa comunidad de fans.

Interior disco Sundown, 96

El trabajo engancha otra vez con más ritmo en una The Embrace, para volver a caer con Morningstar en ese tono de resignación y depresión nostálgica de un mundo que se apaga como un atardecer donde el sol se entierra, apagándose detrás de algún océano, bañado todo en una parte final super rockera con lucimiento de algún solo de Anders Iwers.

Mathias Lodmalm
La obra se cierra totalmente atmosférica y ambiental en una procesión llena de simbolismo llamada The Wake: un nuevo despertar que no sabemos a que dimensión nos conduce más allá de su puesta de sol.

Para haceros una idea de toda esta historia, todo este Sundown podría estar en algún punto intermedio entre el Wolfheart de Moonspell, y el Irreligious de los portugueses, sin que podamos dejar de lado a los amos Paradise Lost y sin que estos pareciera importarles mucho.

Como os digo, disco que pasó con más pena que gloria, y donde parece que estas diez composiciones que suponían la consolidación definitiva de su conversión del death/doom al gothic rock/metal más melancólico y atmosférico volvió a encontrar la puerta cerrada de la aceptación de unos fans que siempre vieron a esos Cemetary un grupo de segunda fila. 

Y no deja de ser todo una pena, porque si bien este Sundown es un disco imperfecto, sí tiene momentos de brillantez y elegancia, que los descubrían como una banda con potencial que había dado un paso más para auparse a otro nivel. No sabemos realmente lo que pasó, pero lo cierto es que después de este disco, su destino se convirtió en un viajero errante y su música en un eterno atardecer de medianoche. Hasta la próxima, amigos.

7/10


4 comentarios:

  1. Que buenos los Cemetary... pero para mí, su disco anterior, Black vanity es justo donde se ven mejor representados. En este Sundown se vuelven demasiado melódicos y góticos, muchísimo mas rock, algo más modernetes...

    En el anterior, tiene un sonido similar, la composición también es similar, pero no se si por la producción o porque fueron perdiendo fuelle las guitarras con cada disco, me gusta muchísimo más (tanto que lo compré en su momento). Este llega a hacerse "empalagoso" para mí ; el anterior tiene unas guitarras mas crujientes... no sé. A este le daría un 6 raspado y al Black un 7,5. Me parece un disco más afín a mis gustos guitarreros.

    Gracias por reavivar viejos discos que tenía "olvidados"; me ha costado un rato encontrar el Black Vanity en casa...

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    Respuestas
    1. A mí este me recuerda un poco al sonido del Irreligious de los Moonspell. Algo así a caballo entre ese y el anterior Wolfheart. Aquí es cuando pulieron de todo su propuesta y sacaron su disco más gótico. Un poco como hicieron también los Paradise Lost un año antes con Draconian Times. Casi todas las bandas se fijaban en lo que hacían los británicos e iban adaptándose a eso. Los grupos que empezaron en el death/doom, poco a poco, fueron cayendo en el rock/metal gótico.

      El anterior, Black Vanity, a mí también me gustó mucho. Creo que debe de ser el mejor de ellos. La gente suele quedarse entre ese o el Godless Beauty. Aunque a nivel de producción y sonido es en este Sundown donde lo bordaron. Para mí su disco mejor hecho, producido y donde mejor tocan. Lo malo de esta gente es que siempre se han quedado ahí como una banda de segunda, que sonaba mucho a los Paradise Lost. Una cosa que siempre los ha perseguido, y hay que reconocer que "canta" mucho. Creo que les faltó un poquito más de personalidad, y labrarse un sonido más personal. Estuvieron cerca en este Sundown, pero fue un disco que tuvo muy poco éxito, y aquí se podría decir que casi terminaron.

      Yo creo que tenían más potencial, pero si en 4 discos no lo consigues, es que la cosa no va a ser...

      Gracias por pasarte y venir a recordar a estas antiguallas olvidadas de Cemetary..jajajajjaja.. Un saludo.

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    2. Tampoco ayudó mucho su discográfica. Black Mark no era tan importante (nunca lo fué realmente, más allá de ser la "casa" del padrino de todos los géneros oscuros, Bathory).

      Por entonces ya existían muchas que apostaban mucho más por sus bandas y las promocionaban por todos lados, y Black Mark no era una de esas.

      Y sí, en este suenan mejor, las composiciones son también mejores, más variadas, pero a mí, que los conocí con el anterior y luego escuché los viejos y los siguientes, ese Black Vanity me parece la mezcla perfecta, por sonido de guitarras y demás...

      Nos leemos.

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    3. La verdad es que ese sello tiene como una leyenda negra, casi como maldito. Parece que todas las bandas que fichaban ninguna tuvo grandes éxitos. Era el sello creado por el viejo de Quorthon (Dep) y parece ser que solo se preocupaban de los lanzamientos de este y se olvidaban de las demás.

      Yo también escuché mucho el Black Vanity, de hecho lo compré en CD cuando salió y le di bastante cera. Sonaba muy potente y las guitarras muy gordas y poderosas. Puede que sea el mejor de ellos. El anterior tampoco está mal, más death, pero quizás en este es donde mejor equilibrio hay.

      Te espero en las siguientes...

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