sábado, 13 de diciembre de 2025

Niagara - Now or Never: una cascada de agua dentro de un océano dorado...


A día de hoy todavía hay gente que piensa que aquí en España más allá de Barón Rojo o Heroes del Silencio no tuvimos ninguna otra banda de calidad que llegara a codearse fuera de nuestras fronteras. Ese fue el caso de estos Niagara. Una formación pionera con muchísima calidad que sufrió el mal del heavy español. Ese que te enterraba entre la indiferencia o la mediocridad de unas bandas que siempre eran vistas como inferiores a todo lo que venía de los USA o del Reino Unido. En 1988 salía este Now or Never, que hacía el debut de un álbum que se convirtió en una cascada de agua dentro de un océano dorado...

1. Fallen Angel (00: 46)
2. Walking (04:29)
3. I Will Be There (03:46)
4. Take My Hand (05:47)
5. Now or Never (04:40)
6. I Should Be Stronger (04:13)
7. No Conversation (03:56)
8. You Belong To Me (03:48)
9. Secret Love (03:47)
10. Live on the Line (03:27)

Producido por: Carlos de Castro
Avispa Records, 1988


Los Niagara en 1989

A mí me cogió en una época muy temprana de mi vida. En 1988 todavía era un crío y no tenía mi cabeza lo suficientemente madura para estes sonidos (me gustaba mucho más jugar a la Nintendo). Años después, sí escucharía el disco pero que, entre que me dejé llevar por los prejuicios y estereotipos que siempre volaban sobre el heavy/hard español, y que lo que de verdad me gustaba eran los sonidos más cafres y extremos. Este álbum pasó fugazmente por mi minicadena sin dejar mayor huella que la de dar algunas vueltas dentro de la pletina A de mi modesto equipo de sonido.

La historia de estos madrileños se había iniciado en algún momento de 1986, cuando el guitarra V.M. Arias (Manolo Arias) junto con el vocalista Tony Cuevas (ambos ex-Bella Bestia) deciden montar un grupo de hard/heavy melódico, con la singularidad de cantar en inglés, algo que de aquella en España no se llevaba (incluso estaba mal visto), y enfocar el sonido de la banda a algo más internacional y exportable fuera, escapando un poco de ese sello musical típico de nuestras fronteras que era de sonar muy amateur y cantar en la lengua de Lope de Vega.

Con algunos temas compuestos entre los dos (Manolo y Tony), enrolan en esta historia a otros músicos como Ángel Arias (hermano de Manolo) al bajo, José Martos a la batería y, a los teclados, Ricky Castañeda, que de aquella todos ellos formaban parte de otra banda nacional llamada Tritón.

Después de grabar algunas maquetas, muy reconocidas y apreciadas dentro del circuito underground nacional, y de sonar en algunas radios, a finales de 1986 les aparece la oportunidad de telonear en dos noches a los King Cobra de la leyenda a la batería Carmine Appice, en la emblemática y ya extinta sala Canciller de Madrid. Una ocasión de oro, siendo, (para darle más épica y heroicidad a sus historia), un concierto que significaba su debut en directo y presentación a lo grande ante la parroquia metalera patria.

A partir de aquí ya os podéis imaginar lo que viene... El mánager de los King Kobra, Adam Miller, quedó tan impresionado por la calidad de la banda, que les propone grabar otra maqueta para poder llevarla y presentársela por distintas discográficas extranjeras, lo que hizo correr y deslizar el nombre de estos Niagara por todos los lados, fraguándose poco a poco la posibilidad de grabar un primer disco con alguna disquera potente.

Finalmente, muy a su pesar (ellos querían una discográfica extranjera) son los españoles de Avispa los que, bajo la producción de un ilustre y leyenda de los Barón Rojo, el Sr. Carlos de Castro, el creador de Las Flores del Mal, se meten con todos ellos en los míticos estudios M-20 de Madrid para grabar su ansiado y esperanzador elepé debut.

Los Niagara con Carlos de Castro, estudios M-20

Hablamos de un 1988 que, posiblemente, ya iban un poco tarde para tratar de despuntar en esto del hair metal (por lo menos para debutar), glam rock, hard melódico o como le queráis llamar. En definitiva, se trataba de que una banda española pudiera ofrecer un producto a la altura de todos eses colosos del estilo como podían ser Europe, Whitesnake, Dokken o Bon Jovi, apartándose bastante de lo que era el típico sonido español de grupos como Rosendo, Leño o Barricada, que hacían ese rock urbano que tanto marcó a muchas generaciones pero que tenía poca o nula proyección internacional.

Aquí estamos hablando de un grupo de mucha calidad instrumental, con la clase necesaria para poder presentarse en Londres o los States y poder codearse de tú a tú con cualquiera sin arrugarse y, sobretodo, llevando a un cantante que era capaz de cantar en inglés, sin que se notara el típico acentazo español en sus interpretaciones.

Los Niagara en directo años 80

Había muchas expectativas puestas en estos Niagara, y su debut Now or Here no defraudó. Editado en 1988, los presentaba como una propuesta muy sólida dentro del hard/heavy melódico patrio. Un grupo muy serio, competente y totalmente apto para poder salir fuera y ser una banda que pudiera llegar a dar el pelotazo. Cuando lo de Barón Rojo parecía haberse desinflado y su oportunidad fracasado, surgían Niagara como la alternativa para llegar a consolidarse como un proyecto de futuro, más allá del típico circuito español, donde parecía que estaban condenadas a vivir las bandas españolas.

El disco estaba lleno de sensibilidades, finura y, en general, de unas composiciones que sorprendían por su elegancia musical, pero que, sobretodo, asombraban por ser prácticamente nunca escuchadas dentro de los grupos que circulaban por aquellas fechas en nuestro país. Solo se me ocurre apuntar a los Sangre Azul del otro Tony a las voces, Tony Solo, como otro grupo equivalente a estos Niagara, pero que, a diferencia de estos, no apostaban por unos temas cantados en la lengua de Shakespeare, como si lo hacían los de Tony Cuevas, además interpretados por este con total convicción y elegancia (nunca olvidéis que había nacido en Londres y estuvo viviendo allí hasta los 10 años).

Si lo pincháis hoy en día, solo por la intro de apertura, ya se nota que aquí estamos ante una banda en otro nivel. Un grupo subido en otro escalón. Un resurgir diferente. Una banda rompiendo tabús y esquemas, que presentaban una música más elaborada, tratando de apartarse de ese sonido tan tosco y primitivo que cubría a la mayoría de bandas heavies que brotaban en nuestra escena. Una catarata musical que fluye por otro cauce. 

A pesar de lo que muchos digan que la producción de Carlos no fue todo lo buena que se podía esperar, a mí me sigue pareciendo más que digna y competente. Nunca olvidéis que Madrid en los 80 no era New York, y la cualificación técnica era limitada. Así que el grupo suena de lo mejor que se podía contando de que todo era producido aquí. Lo más importante es que el disco tiene pegada, e, importantísimo, todo está bastante bien equilibrado. En un buen balanceo para que todos los instrumentos suenen en su espacio, sin solaparse. Los teclados quizás un poco altos, igual que por momentos la batería, llena de demasiada ¿reverb?, sonando sospechosamente extraña, pero los solos destacan y, en general, el grupo suena, que no es poco. A todos nos hubiera gustado otros estudios, unos americanos, ingleses o alemanes, y un productor de eses tan inalcanzables como eran Michael Wagenner, Mutt Lange o Bruce Fairbairn, pero no se dio y tampoco eso hubiera asegurado nada.

Que el disco tiene defectos y cosas por pulir, por supuesto, la banda aún se notaba ingenua e inocente, en progresión, sin definir todavía su sonido, pero con los mimbres necesarios para demostrar que el grupo tenía mucha proyección y el enfoque necesario para volar por encima de nuestros muros y presentarse en cualquier plaza europea y no parecer unos paletos provincianos que nunca habían salido de sus casas. No paro de alucinar con las manos puestas en esas seis cuerdas que hacía Manolo Arias en esa "Walking", cómo hacía sonar esa guitarra, haciéndonos caminar por ese Sunset Strip de los años 80. Por momentos hasta nos emocionábamos y nuestros pelos cardados se erizaban como en la balada "Take my Hand". Lo mismo pasaba con la propia "Now or Here", que parecia dejarnos aparcados a las puertas del Roxy club o del Whisky a Go Go de Los Ángeles.

Entrada bolo teloneros de King Kobra

Este Now or Never sorprendía por el nivel medio/alto de una banda totalmente atípica para los cánones heavies de una España de los 80, que nunca comprendió este disco, hasta incluso llegaron a calificarlo como de demasiado bueno para ser español.

Las composiciones eran tan sorprendentes, que a mucha gente descolocaron e ignoraron la segunda parte del disco, quedándose pasmados con la cara A, más AOR, melódica y comercial, perdiéndose la side B, donde el grupo apretaba el acelerador y nos hacía correr por los garitos nocturnos de West Hollywood donde la policía hacía la vista gorda, y el alcohol, sexo y las drogas circulaban sin descanso por las noches.

Los Niagara con Jose Antonio Manzano (DEP), años 90

El disco a pesar de contener los típicos tics, manidos del estilo, albergaba composiciones realmente logradas. Redondas diría yo, como en el temazo, "You Belong to Me", para mi gusto de las más conseguidas de todo el elepé, o la de "Secret Loser", donde el aroma a cigarrillo americano y a cóctel de frutas era más que evidente.

Now or Here fue uno de los momentazos de la historia del heavy/hard español. Su presentación en Madrid llevó aparejada que un tal Derek Oliver de la revista Kerrang! publicara una reseña del disco otorgándole las cinco K, la máxima nota que se le podía dar en la revista a un disco, donde calificaba el álbum como de imprescindible y comparaba a Tony Cuevas como una mezcla de David Coverdale con Mark Storace, y a Manolo Arias como una explosión entre Yngwie Malmsteen y Vivian Campbell, por lo que todo eso hizo de mecha incendiaria, provocando que la banda se lanzara a llevar el disco bajo el brazo por todas las discográficas de Londres, hasta que consiguen realizar varias giras por Inglaterra, llegando a tocar en el mítico Marquee de Londres. Y ojo, siendo teloneados (no por ellos) sino por nada menos que gente como Marshall Law o The Grip.

La banda parecía que lo había conseguido, cruzar el Canal de la Mancha, su disco publicado por una disquera extranjera, y ver su elepé dentro de las estanterías de las tiendas de discos de Londres, pero, incomprensiblemente, cuando estaban ahí, habían hecho el triple mortal, la banda se paró a las puertas del cielo. No se atrevió a dar el último salto. 

Terminada la segunda gira por tierras inglesas, tenían un tercera gira planificada, pero nuestros Niagara dijeron que no (hoy les pesa en el alma). Los mánagers ingleses apostaban por ellos, pero tenían que afincarse en Reino Unido para poder seguir llevando una carrera exitosa y prometedora. Pero tanto a Manolo Arias como al resto, les entró el mal de altura y no se atrevieron a dar el paso. Algunos tenían hijos muy pequeños, y eso de irse a Londres o Birmingham a vivir era una jugada que de aquella vieron como demasiado arriesgada.

El tren les pasó por delante y no lo cogieron. Y ahí se acabó un poco la aventura de esta gente... La pena más gorda es que, a lo mejor, no lo iban a conseguir de todas las maneras, pero por lo menos haberlo intentado. Correr el riesgo, pero las cosas se dieron así, y aunque la banda continuó unos cuantos años más, su oportunidad terminó con todos ellos regresando a España. Con los años el título del disco se vuelve totalmente profético: Now or Never, Ahora o Nunca, y fue nunca. Niagara fue otro ejemplo de banda maldita que, a pesar de sus hazañas y logros, acabaron olvidados por malas decisiones y mala suerte. Años después trataron de retomar el vuelo, pero ya no era su época ni su momento, su oportunidad fue Now or Never: una cascada de agua que se perdió dentro de un océano dorado...  Hasta la próxima amigos.

7.5/10


13 comentarios:

  1. No estaban mal para la época Niagara. Y es verdad que podrían haber "triunfado", pero la vida es jodida. La producción no está mal (para el estandar de aquellos años), y el balance es bueno. Todo suena bien (menos el bajo, que parece que sólo suena en Mr. Big). Lo único que me "cruje" un poco es la batería, que le meten algunas cosas que no me gustan mucho. Los solos más que correctos, los ritmos simples como requería el estilo y el cantante de lo mejorcito, buen timbre y sin acento Ejpañol...

    Hay que tener en cuenta que, en plena explosión del Hair Metal en USA, hubo muy pocas bandas fuera de ese país que "explotaran" y llegaran a ser reconocidas mundialmente, como sí les pasó a los Bon Jovis, Poisons y demás... Y las que los hicieron como Def Leppard/Whitesnake, prácticamente se fueron a vivir las américas...

    Así a bote pronto no recuerdo bandas de, por ejemplo, potencias en el heavy como Alemania, que hicieran hard rock/havy y triunfaran a nivel mundial. Vamos, que estuvo muy circunscrito todo lo del hair metal a USA y sus "arenas", y de allí se exportó al resto del mundo.

    Ya, alguno dirá de Scorpions y tal (TNT/Europe/FM/Thunder y alguno más), pero el movimiento como tal al que se suben Niágara/Manzano/Sangre Azul en España, no fue masivo en su momento aquí (se estaba por el Rock callejero de Barricada/Suaves y el heavy de Barón Rojo. Todos en castellano, sin teclados y con letras la mayor de las veces "sociales". También sufrieron un poco el estigma que se ha tenido de que "lo de fuera es mejor", y creo que, aún no hemos perdido del todo.

    Es verdad que aunque eran buenos músicos y compositores, pero al compararlos con gente como Lynch de Dokken, Gilbert de Mr. Big y otros muchos de ese calibre pues... no sé.

    El disco lo escuché en su momento, pero yo ya estaba por aquellos años a otras, y me hice "impermeable" a mucha de esta música (aunque no a toda; uno de mis grupos preferidos es Mr Big, y el primer concierto "grande" al que acudí fue a verlos en Madrid).

    Otra historia de lo que pudo haber sido... Un 6.5 ganado a base de coros...

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    1. Es que se les juntaron muchas cosas. Faltó atrevimiento y después aquí en España que no los valoraron como se merecían. El refrán de que nadie es profeta en su tierra, y con estos Niagara pasó eso. Ojo, que llegaron a tener una oficina de mánager en Londres, que fue el que les dijo que si querían triunfar tenían que irse a vivir a Reino Unido, y que se olvidaran de andar de Madrid - Londres a cada paso, así no podía ser. Tenían que estar disponibles en cualquier momento. Igual les salía un bolo un lunes o un martes, y no podían estar diciendo que sí o que no dependiendo de si estaban en España o en Inglaterra. Así no se funcionaba. Había que tocar cuando saliera el bolo.

      Ellos no lo vieron claro. Manolo y el Castañeda tenían hijos pequeños y no se atrevieron. Hay que verse en el caso, con críos te cambia mucho la vida. Pero por otro lado, ahí perdieron el caballo, igual no iban a triunfar, porque date cuenta que poco después vino lo del grunge y todo se fue a la mierda, pero es cierto que tuvieron con la salida de este Now or Here la oportunidad de hacerse una carrera fuera.

      Aquí en España, olvídate. Aquí solo querían cantar en español, y la peña sonidos como estes, así de hard/heavy melódico no estaban bien vistos, y cantando en Inglés mucho menos. Hasta estaba mal visto y todo. La coña es que llegaron a decir que estos Niagara eran demasiado buenos para ser españoles..jajajajaja.. Era el nivel que teníamos aquí, imposible que esta banda triunfara.

      Después, también hay una historia que no se cuenta mucho (en el reportaje no lo quise comentar) de que tuvieron movidas con el Mariskal y con gente de la revista Popular 1, que no les quisieron promocionar ni darles vidilla en las revistas y tal. Por eso aquí en España quedaron un poco como unos apestados. Creo que ahora se llevan bien, pero de aquella, si no estabas metido en los ambientes que controlaban el meollo de todo, te dejaban esquinados y apartados.

      El caso es que su oportunidad la tuvieron, y estuvo en Reino Unido donde llegaron a hacer varias giras por Londres y algunas ciudades. Se les presentó el momento de que o saltabas al vacío o te quedabas para siempre en el olvido, y optaron por quedarse.

      A mí me parecían una gran banda, no hacían nada especialmente nuevo, pero sí tenían un nivel medio/alto superior a las bandas que había aquí, especialmente en ese estilo tan melódico. Manolo Arias me parece de los mejores guitarras de este país, y su hermano Ángel al bajo, lo hacía muy bien, igual que el José Martos.

      Estuvieron ahí... Grandes, Niagara...

      Gracias por pasarte, JCSG. Tu también eres un cauce de agua en un océano dorado...jajajaaj

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    2. Que grupazo Mr. Big, los tres primeros son oro puro

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    3. Y los directos de esos años; los Raw like sushi y live in San Francisco, todos geniales.

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    4. Mr. Big es la prueba de que se podía mezclar virtuosismo con accesibilidad o comercialidad...pocos por no decir ninguno hubo de este nivel...repito grupazo....grandes directos, si señor. Un saludo JCSG

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  2. Eran muy buenos, y este now or never es el que más me gusta de ellos...sono mucho en mi casa, lo tenía mi hermano en cinta y yo lo compré hace años en CD, eran de los pocos que hacían algo de sombra a sangre azul en hard melódico en España....conozco personalmente a Manolo Arias, tenemos amigos en común de Madrid, me lo presentaron a primeros de los 90, coincidimos varias veces en Madrid e incluso un fin de semana en mi pueblo que acabamos cerrando todos los bares jajaja...muy buen músico y un tipo cabal y humilde...en esa época andaba trabajando como técnico de luces/sonido en un ayuntamiento de Madrid...me dijo al respecto una cosa que nunca se me olvidará..."en esta vida la mayoría de la gente para hacer lo que le gusta (música) tiene que hacer cosas que no le gustan (currar en otra cosa)"....parece una obviedad pero cuando me lo dijo yo era un crío de 20 años y el un tipo de treinta (más o menos) separado y con hijo me dio una bofetada de realidad viniendo de un reputado guitarrista con participación en una decena de discos por entoces (según él).....bien ahí Lost trayendo hard patrio de calidad

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    1. A mí me lo pasaron en cinta un par de años después de salir, y la verdad es que no le hice ni puto caso. De aquella lo que me gustaba era el death, doom y thrash y estos sonidos se me hacía muy blandengues. Con los años fui madurando y abriéndome a casi todo, y empezando a disfrutar de estos discos. También había ese mantra que todavía perdura en el jeby español de que lo hecho aquí siempre era inferior y peor a lo de fuera, y eso tampoco ayudaba a apreciar a estes tipos de grupos.

      Qué suerte haber conocido al Manolo Arias, ese sí que te puede contar cómo de verdad funcionaba el negocio. A mí así desde fuera me parece un gran guitarra, con sensibilidad y finura tocando. Con muy buenas manos. Ahora creo que da clases de guitarra?

      Comparto lo que dices de este Now or Here, a mí también me parece el mejor de ellos, el más espontáneo y fresco, donde se notan más ilusionados. Después, lo siguientes, es como si faltara algo, una banda ya sin ese espíritu de rebeldía, como algo más derrotados. Incluso te digo que en este disco, noto mejor la cara B, que la A, me parecen mejores temas. Lo que pasa es que da la impresión de que quisieron meter las más directas y comerciales al principio, como era normal. Me encanta la de Walking que rollazo tiene este tema, cómo los presenta así dándoles un feeling muy guapo.

      Por poner algunos defectillos, quizás algunas veces la batería suena algo rarilla, yo hasta incluso llegar a pensar si era una caja de ritmos o estaba sampleada, por veces tiene como mucha reverb o un sonido un poco extraño. Pero quitando eso da gusto escuchar el disco, qué bien funden todo, los teclados aunque a veces dan la impresión de estar un poquito altos, empastan todo perfecto. Tocaban muy bien. La verdad es que si no te dicen que son españoles te crees que son americanos o suecos.

      Gracias por pasarte, Unfer. Sabía que no te perdías a estos Niagara.

      Saludos.

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  3. Piensas bien Lost, es una caja de ritmos....y en el segundo disco también...yo cuando coincidí con Arias fue cuando empezaban a preparar su álbum III, con José Antonio Manzano a la voz....Manolo estaba muy ilusionado con el proyecto pero he de reconocer que a nivel vocal les quedó sosisimo, y eso que Manzano (rip) era un gran cantante....salió cuando el grunge estaba en todo lo alto y no se comieron un colín, más tarde Arias se fue a un grupo del norte llamado motores, ahí le perdí la pista tanto musical como temporalmente. Saludo de vuelta crazy Lost..
    Pd.a mí me molaba más la cara A
    Pd 2..como curiosidad decir que el guitarrista preferido de Manolo era Brian May

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    1. Ya me parecía que la batería sonaba rara, como algo artificial, yo pensaba que era que se habían pasado con la reverb. Gracias por decirlo, Unfer.

      Pues fíjate lo que son las cosas, lo del grupo Los Motores, son de mi tierra, y llegué a conocer al cantante/guitarra, el Carlos del Río, que también tenía un hermano (Gonzalo) que tocaba el bajo en el grupo. Al Carlos lo conocí en una tienda de discos que iba mucho él por allí, y ahí me eché algunas tardes hablando de música con él (mediados 90). Te estoy hablando cuando grabaron el Noche de Lobos, si no me falla la memoria, debe de ser por el año 96 o por ahí. Después de ahí es cuando (creo) entró el Manolo Arias y grabaron el disco Un día Perfecto, pero creo que duró poco porque la banda no daba como para vivir de ella, aunque sí me había dicho el Carlos que estuvieron viviendo del grupo unos cuantos años.

      En alguna entrevista ya le había escuchado decir al Manolo que digamos su segunda etapa con Niagara no les saliera nada bien. Que era la época del grunge y que la gente no les hacía ya ningún caso. Después también creo que hubo movidas con el Mariskal, los de la revista Popular 1 y demás gente que estaba metida de aquella en el mundillo, y que eso les restó mucha promoción y publicidad. Y lo de su influencia del Brian May es totalmente cierta, solo es verlo tocar y se parece muchísimo al May. Tienen muchas conexiones....Gracias por el aporte, Unfer. Saludos "Mr AOR".

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    2. Por último, aquí entre tú y yo, siempre me pareció que en el entorno de Arias/Niágara había ciertos celos/resquemor hacia sangre azul....yo siempre pensé q debido al reconocimiento que tuvieron y ellos no tanto...puede ser además que los de Pinto tuvieran más contactos y se llevarán mejor con capos de la radio y las salas de conciertos como el mariscal, El Basa, mariano García etc...no lo sé.
      Cuando yo le conocí Sangre azul estaban ya prácticamente desaparecidos pero nunca se hablaba de ellos, era como un tema tabú.... además me da la sensación de que Niágara se sentían más auténticos que los Sangre Azul al cantar en inglés, pues entendían que este es el idioma en el que se debía cantar este tipo de música...un poco triste que siendo ambos grupos de Madrid no hubiese buen rollo entre ellos

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    3. Puede ser, Unfer. En las bandas españolas de aquella había muchas rivalidades. Acuérdate también la de Barón Rojo/Obus y la de Asfalto/Topo. Pero en relación a los Niagara por algún sitio leí que después de venirse de Londres algo pasó con el Mariskal, los de Popular 1 y algunos más, que parece ser que estos no los apoyaron, pasaron de meterlos en giras, bolos y darles vidilla y publicidad. Algo de rivalidad había con los Sangre Azul, que parece que estaban mejor relacionados y les daban más cancha que a los Niagara. También date cuenta que los Sangre Azul habían fichado con una multinacional como EMI, y a los Niagara siempre les jodió no haber podido fichar con una disquera fuerte, aunque es cierto que el "Now or Here" después fue publicado fuera por un sello extranjero.

      Si al jeby español ya tenía la losa de ser menospreciado e infravalorado, aún por encima se peleaban entre ellos, y la gente que movía el cotarro hacía boicot a los que no eran de su cuerda. En fin, una pena...

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    4. Lost que te pasa?...a Manzano le cambiaste el nombre de José Antonio a Tony, y a este disco no haces más que llamarlo now or here en vez de now or never....te has olvidado de tomar la pastilla o que???? Jajajaja

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    5. jajajajjajaaj... Creo que me estoy haciendo mayor. Sorry, tío. Ya está corregido, menos mal que estas tú para apuntar los fallos...jajajajajaj. Tengo tantos rollos en la cabeza que mezclo las gallinas con las ovejas...jajajjaja

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