Nunca fui mucho de recopilatorios, la mayoría de las veces no eran más que ediciones prescindibles, para sacar dinero fácil, sin mayor importancia que la de reunir en un disco (a veces dos) lo más granado e importante de una banda o de un sello. Digo, casi siempre, porque algunas veces había honradas excepciones, donde estos lanzamientos iban un poquito más allá, y se convertían en radiografías muy interesantes de una época singular como era este caso los primeros 90s, reflejada en esta serie lanzada por Nuclear Blast, con apoyo de Relapse Records y algunos más, en 1994, que se convertía en un librito de mesilla de noche muy currado y bien majo, como una guía del pasado, que hoy repescamos y recordamos para mayor gloria y deleite de los amantes del género.
CD-1
1. Benediction - The Grotesque (03:27)
2. Amorphis - Forgotten Sunrise (04:51)
3. Brutality - The Abyss (04:35)
4. Hypocrisy - The Abyss (04:35)
5. Gorefest - Fear (04:34)
6. Meshuggah - Vanished (05:34)
7. Sinister - Diabolical Summoning (03:51)
8. Pyogenesis - Son Of Fate (04:23)
9. Pungent Stench - Tony (04:05)
10. Mortification - Live By The Sword (03:25)
11. Kataklysm - Eternal, I Reach Infinity (04:31)
12 Disseciton - Nights Blood (07:10)
13. Exit 13 - Ethos Musick (01:42)
14. Incantation - Nocturnal Dominium (05:42)
15. Therion - Black (05:07)
16. The Abyss - Psychomantum (02:55)
17. Incubus - The Battle Of Armageddon (05:55)
Death... Is Just the Beginning III hacía el tercero de la serie, pero ya se habían editado con anterioridad otros dos recopilatorios. El primero hacia 1990 y, el segundo, en 1992. Todo había empezado centrado exclusivamente en bandas death, para, poco a poco, ir abriéndose todo a otros estilos y géneros, llegando a una séptima y última edición (creo, no estoy muy seguro) en 2002.
Este que abordamos hoy me parece uno de los más interesantes. Todavía estaba centrado mayoritariamente en el death metal (y sus variantes) con algo de black, y en él se albergaba un tema (algunos inéditos), por banda, unas 36 en total, repartidas en dos CD´s, y todo bastante cuidado, presentado por la tenebrosa y evocadora portada de un Kristian Whalin que era uno de los portadistas más espectaculares del género.
La edición con la que me hice yo, era muy guapa y currada. Con ese aroma a viejo y antiguo, de almanaque apolillado, colgado en una casa abandonada, en forma de dos compact disc, en formato digipak, con un liberto interior bien gordote y todo lleno de fotografías y una breve descripción de la banda en cuestión, con un anexo al final, donde figuraba la discografía editada por cada una hasta la fecha.
Para esta ocasión, al ser una edición doble, habían reservado el primer CD para grupos más consagrados o de más nombre y, el segundo, lo destinaban como a bandas promesas o noveles, con mucha proyección, pero que todavía no habían digamos despuntado.
El recopilatorio se abría con los británicos Benediction que eran una de las bandas abanderadas del sello alemán. Posiblemente el grupo con más pedigree y solera de todas las que figuraban en su escudería y que había estado con ellos desde el principio, ya en los tiempos de Subconscious Terror. Para abrir la lata, eligieron un tema que iba en su Split de 1994 The Grotesque/Ashen Epitaph.
La cosa seguía con unos finlandeses llamados Amorphis que estaban a punto de conquistar el mundo con esa obra maestra atemporal llamada Tales From the Thounsand Lakes, que se iba a convertir en una absoluta masterpiece del death/doom de los 90s. La pista elegida fue el corte octavo del álbum, una majestuosa y oscura Forgotten Sunrise, que encaminaba esta historia de manera magistral hacia los yankees de Brutality que habían despuntado fuerte dentro de la ya desgastada y agonizante escena death con su segundo álbum When the Sky Turns Black.
Una de las cosas guapas que tenía el recopilatorio era encontrarte, por ejemplo, con una pista como The Abyss del genio sueco Peter Tägtgren, que de aquella estaba convirtiéndose en uno de los gurús de la escena europea con sus Hypocrisy, y que aquí nos regalaba un tema completamente exclusivo para la ocasión.
No podían faltar los poderosos holandeses Gorefest, con un corte de su flamante tercer disco Erase. Tampoco sus paisanos de Sinister con una pista de su segundo álbum, Diabolical Summoning. Y así iban cayendo temazos de grupos consagrados o que estaban conquistando la escena europea dentro del death metal.
De bandas europeas, paralelamente había hueco para otras fuera del viejo continente, como los cristianos australianos de Mortification, que también eran un grupo potente de la época, aquí presentando ya su cuarto disco y seleccionando la de Live by the Sword. También los canadienses de Kataklysm con un tema inédito dentro de su discografía, y otra banda que sería una de las referentes dentro de la escena.
Edición casete, 94 |
Los alemanes de Pyogenesis que eran otros de los prometedores y una de las esperanzas del sello, después de editar un rompedor primer disco, Sweet X-Rated Nothings...
El recopilatorio si algo bueno tenía era la variedad, y ahí en medio de todo este mogollón te podías encontrar con unos extraños grindcorianos de Pennsylvania llamados Exit-13, con una fusión extraña de grindcore, industrial y sonidos psicodélicos, que desde luego hacen una escucha de lo más exótica y extraña de todo el compendio.
Otras leyendas como los bizarros y locos austriacos de Pungent Stench, incluyendo un tema inédito para la ocasión como era Tony. Los maestros americanos, y hoy en día banda de absoluto culto dentro del death más cavernoso como los Incantation del incombustible John McEntee, y hasta aparecían los thrash/death americanos de Incubus, que eran todo un grupo de culto teniendo en su haber dos monumentos como eran Serpent Temptation y Beyond the Unknow.
Así iba desgranando y catando temas, perdiendo la noción del tiempo mientras contemplaba el libreto, hasta que encontraba a unos jovencísimos Meshuggah, que se estaban convirtiendo en toda una nueva sensación dentro del thrash/goove más técnico y enrevesado de la época, una banda muy particular, y que todavía siguen a día de hoy ofreciendo sus descargas por el mundo adelante.
CD-2
1. Convulse - Years of Decay
2. Divine Eve - Velvet Of The Godless (03:29)
3. Horde - Invert The Inverted Cross (03:10)
4. Celestial Season - Above Azure Oceans (07:15)
5. Meatlocker - Oi Hate (01:16)
6. Eminez - Dark Millenium (03:13)
7. Phobia - Degrading Humanity (04:27)
8. Septic Flesh - Return To Carthage (03:39)
9. Mortician - Blown To Pieces (01:01)
10. Belphegor - In Remembrance Of Hate And Sorrow (04:56)
11. Acheron - Slaughterization For Satan (05:08)
12. Deceased - The Triangle (05:54)
13. Cradle of Filth - To Eve The Art Of Witchcraft (05:27)
14. Macabre - Fisthtales (01:47)
15. Candiru - Stained (04:37)
16. Konkhra - Chaos To Climb (02:57)
17. Illdisposed - Whithering Teardrops (05:09)
18. Winter - Eternal Frost (05:42)
19. Disrupt - Unrest (01:42)
El segundo CD, así de primeras, daba la impresión de ser un compendio menor, como de poca importancia, casi de relleno, más centrado en bandas más desconocidas y más bien como promesas. Sin embargo, resultaba una escucha igual de apetitosa o más que el primer CD. Desde luego, para los que somos amantes del underground, esta segunda parte era como un pequeño tesoro de lo más recóndito y escondido, donde pululaban casi vagando, malditos, por el medio de cementerios ocultos y llenos de maleza.
La cosa se abría con todas unas nuevas esperanzas del death finlandés como eran los Convulse, con un notorio primer disco que parecían que iban a ser los nuevos herederos de la mejor tradición de unos Entombed. Aparecían también las nuevas sensaciones del death/doom holandés como eran los Celestial Season, que más tarde editarían una obra capital dentro del género como fue Solar Lovers. Gente como los griegos Septic Flesh, que estaban despuntando fuerte venidos desde la histórica Atenas. Unos blackers germanos llamados Belphegor que no parecían gran cosa y ahí los tenéis, a día de hoy, todavía dando caña y destrozando nuestros tímpanos. Y, cómo no, los blackers góticos, venidos de la campiña inglesa, llamados Cradle of Filth, que estes sí, se habían presentado con un primer disco totalmente rompedor, dando un puñetazo en la mesa y poniendo patas arriba toda la escena.
Los Convulse en 1994 |
Pero, en realidad, donde estaba lo más fétido y enfermizo era en el ramillete de bandas totalmente underground que colaban y aparecían, medias escondidas por el medio, dando la impresión de ser un completo relleno y que era fácil que te pasaran desapercibidas. Pero ahí estaban unos texanos Divine Eve (una de mis debilidades) metiendo un tema de lo más exquisito como era la inédita Velvet of the Godless, al más puro estilo Celtic Frost o Paradise Lost de su época Gothic, que me parecen una de las mejores piezas de todo el recopilatorio.
También una banda australiana llamada Horde haciendo un black metal a medio tiempo totalmente delicioso o, siguiendo el mismo palo, los alemanes también blackers de Eminez, que debutaban con un esperanzador primer disco y que están a día de hoy considerados como la primera banda black germana.
Como veis, el recopilatorio tiene su valor histórico e importancia como documento arqueológico de una época irrepetible, donde todo tenía ese encanto romántico y de facturado artesanalmente y a la vieja usanza. El compendio es como una cápsula del tiempo, un escaparate del pasado, que nos traslada a otra época y momento de nuestras vidas.
VHS, recopilatorio, 94 |
Sigue siendo una gozada encontrarse con unas, ahora ya leyendas, como los neoyorquinos de Winter, una de las bandas más enigmáticas y extrañas que darían para hacer un especial totalmente monográfico sobre ellos, y que se perdieron de la manera más siniestra y controvertida. Es imposible no recordar su álbum debut, Into Darkness (1990) como uno de los discos más misteriosos y que, posiblemente, dieron lugar a la creación de un subgénero como el funeral doom.
Nos quedan aún algunas buenas bandas en el tintero, como los reverendos satánicos death/black de Florida Acheron, como los mayores representantes de la iglesia de Satán en la tierra, o unos históricos Deceased, que fueron de los primeros grupos en firmar con los de Relapse Records.
Los dos CD´s dan para mucho y, si no los conocéis, os los recomiendo encarecidamente. Me siguen pareciendo una buenísima instantánea en negativo de aquellos maravillosos años donde el death metal se apagaba y a la par iba surgiendo el black metal, mezclándolo todo con otras historias, dando una conjunción de océanos de tiempo irrepetibles, que sirve para perderos una buena tarde si no tenéis nada mejor que hacer. Para más información, el recopilatorio también tuvo una edición en video (VHS de entonces), donde salían videoclips o actuaciones en directo de varias de las bandas, como Benediction, Amorphis, Dissection, Hypocrisy, etc..., una joya para fans de la época pre-YouTube, donde no había internet y eso de las redes sociales era una palaba desconocida. Ediciones como estas era la forma que había de ver y descubrir en formato analógico a nuestras bandas favoritas. Espero que lo disfrutéis tanto como yo. Hasta la próxima, amigos.
9/10
Recopilatorio muy interesante de la época que, a mí, por lo menos me ayudó mucho. De aquella que no había internet, y que te tenías que buscar la vida como podías, discos como estes te servían de guía para saber lo que se cocía en el panorama extremo. Además, como muy bien dices, se notaba que lo editaban con cierto mimo, y no solo con temas que iban en los discos, también metían canciones exclusivas o de ediciones difíciles de encontrar. Gracias a él descubrí cantidad de bandas que no tenía ni idea de que existían. Bonito recuerdo y buena reseña.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo. En mi caso, por esos años mi iniciaba un poco en esos sonidos y este disco me servía de libro de coordenadas para descubrir muchas bandas que de aquella no eran tan fáciles de descubrir. Se tiraba por el boca a boca, revistas y el típico colega que conocía a otro que le grababa el disco y te pasaba la cinta. Era todo muy básico y primario, por lo que estas ediciones te daban una idea de cómo sonaban algunas bandas. Era un escaparate de bandas y una radiografía de la escena bastante completa de aquellos maravillosos años.
EliminarDespués, me hice con los anteriores y me llegué a comprar también el cuarto que salió, que tampoco estaba nada mal. Aunque para mí el mejor de todos es este tercero, con ese portada del Wahlin que me parece un documento muy chulo de una época de la música extrema irrepetible.
Gracias por pasarte. Un saludo.
Este tipo de recopilatorios servían para eso, descubrir "nuevos" grupos. Tienen un valor incalculable... pero depende del que pillaras. Yo estos (los de Nuclear Blast) los veía algo innecesarios, porque para mí, muchos eran grupos conocidos y que fácilmente se podían escuchar (si no tenías pasta, grababas, que algún colega lo tendría).
ResponderEliminarYo me hice con uno llamado W.A.R. compilation, que era de la casa de discos que había sacado el primero de In flames, Wrong Again Records, y este sí que me pareció genial. Tenía un montón de grupos que no había escuchado, y algunos con canciones inéditas. En su momento, claro.
Allí escuché a Miscreant, grupo genial de death melódico, Eucharist, Ceremonial Oath, y los ya mas conocidos In flames, Katatonia, Dissection y Dark Tranquillity. Eso sí, la edición es regulera, por no llamarla mala. Una hoja, títulos de canciones y poco más...Vamos, una biblia del death melódico sueco con algunos de los mejores grupos.
Yo de este destacaría el Above azure oceans, que salió sólo en un 7" ep junto con una de Lords of the sone y era "casi" inédita, pues los 7 " no se pillaban así como así. Y además es muy buena...
En fin, recuerdos de buenos tiempos...
Sí, ese recopilatorio (W.A.R.) también lo tengo, pero a mí me parece mejor este de la Nuclear Blast. Era más completo y variado, y estaba mejor editado, con mejor presentación y traía un libreto interior bastante currado, donde también salía un anexo con la discografía editada por cada banda.
EliminarA mí me ayudó mucho para descubrir bandas y también un poco como guía de grupos. De aquella no había mucha pasta, era la época de estudiante y te buscabas un poco la vida como podías. El típico colega que alguien se lo grababa y te pasaba la cinta, aún así era muy complicado conocer grupos, al no haber internet, era todo a base de revistas, fanzines y el boca a boca, por eso destaco recopilatorios como estes, que te ayudaban mucho. Además, muy bien editados como era este caso, que ya digo que me parece de los mejores recopilatorios que había.
Date cuenta la de buenas bandas que descubrías. Muchas de ellas nunca más se supo, pero otras, por ejemplo, los Belphegor, Winter, con un discazo debut de la hostia, Acheron. El proyecto blacker del Peter Tägtren, The Abyss. Los Convulse, con un primer disco muy guapo. Incubus, que eran otra banda con dos primeros discos muy buenos. Creo que, en general, era un recopilatorio muy interesante, como un manual de bolsillo de bandas del estilo. Por eso digo que este tercero me parece el más completo de todos. Después, también me pillé el cuarto que sacaron, pero ya no tenía el encanto de este.
Era casi como un pequeño Larousse del death metal...jajajajaj
Qué tiempos aquellos. En fin, por un lado somos afortunados en haberlo vivido. Aquel encanto de lo analógico. De las cintas TDK. Aquellas cadenas de sonido como la Technics, o las mini cadenas de Sony, que solo tenían dos pletinas y radio (yo empecé con un radiocasete de eses pequeños, que solo tenía una pletina, de la marca Sanyo). De los Walkman. Una época muy limitada de recursos (en mi caso, vamos) pero que tenía un encanto de la hostia. Eso de ir a la tienda de discos y decirle al tipo que te lo pinchara, porque no sabías cómo sonaban. Lo echo de menos todo aquello. Por eso digo de que los que somos de esa generación fuimos afortunados. Los chavales que ahora tienen 20 años no saben lo que era aquello...
Gracias por pasarte, JCSG. Un saludo.
Y tanto... yo me acuerdo de pedir que me pincharan el de Sacrosant, que tiene una portada super chula. El tío lo puso (la tienda no era mi mucho menos heavy) y puso cara de... no sé. Yo me lo compré, aunque un tiempo después lo vendí para pillarme otro... en fin.
ResponderEliminarA mí me ayudó mucho, sobre todo con el death y el black, una chica que conoció un amigo de Barcelona, que nos hacía paquetes de 10 casettes de 90 minutos y nos grababa de todo. A veces incluso a la carta. También porque su novio o ella, no recuerdo, trabajaban en una tienda de discos.
Y tengo una muy buena. Nos grabó el primero de Immortal y el de Necrophobic en la misma cinta, pero equivocó las etiquetas al pegarlas, total que estuve un año machacando el primero de Necrophobic creyendo que eran Immortal; y a los otros ni caso, claro...