viernes, 15 de agosto de 2025

37 años del ...And Justice for All de Metallica: entre la obra maestra, el bodrio y un bajo fantasma...


En 1988 los Guns N' Roses buscaban la destrucción, pero los Metallica buscaban justicia. Estaban dolidos y cabreados. Habían perdido a su bajista más icónico y necesario. El que sabía de música, armonías y melodías, pero lo habían perdido una noche maldita de 1986 cuando iban en un autobús camino de Copenhague. Eso afectó mucho a la banda y se plasmó en su cuarto disco. Metallica los había matado a todos en 1983, pero ahora lo que querían era justicia para todos. Quizás, lo que necesitaban era justicia para Cliff. Ante vosotros: 37 años del... And Justice for All de Metallica: entre la obra maestra, el bodrio y un bajo fantasma...

1. Blackened (06:41)
2. ... And Justice for All (09:47)
3. Eye of the Beholder (06:30)
4. One (07:27)
5. The Shortest Straw (06:36)
6. Harvester of Sorrow (05:44)
7. The Frayed Ends of Sanity (07:44)
8. To Live Is To Die (09:49)
9. Dyers Eve (05:13)

Produced by: Flemming Rasmussen
Elektra Records, 1988




Metallica no necesita que le hagamos más reseñas de sus discos. Tampoco que digamos nada más de ellos. A los cuatro jinetes ya no les importamos. A mí tampoco me importan nada. Esto lo hago por vosotros y, sobretodo, por mi, para romper el maleficio. Cuatro tíos que en su día fueron chavales normales, pero que ahora son unos ricachones, millonarios y hombres de negocios, que consiguieron trascender con su música del plano terrenal para convertirse en un fenómeno global, más allá de las etiquetas. James, Lars y Kirk, son tres estrellas que volaron tan alto con sus alas que ni el sol pudo derretirlas como pasó con el mito de Ícaro.

... And Justice for All, tiene su importancia por varias razones: es el primer disco que graban sin Cliff Burton, y el último antes de convertirse en un acontecimiento mundial con el Black Album. Así que estamos en una de las fronteras de su carrera. Quizás en el zénit de su vida musical, y en la misma antesala de cerrar el thrash metal para abrazar el mainstream con todas sus fuerzas. Digamos que, ... And Justice for All, es el hall de espera previo a ingresar en el Templo de los Dioses del Heavy Metal. Aquí es donde de verdad empezaron a ver bolsas llenas de dólares y cuando sus giras dejaron de ser una más para convertirse en multitudinarias, y su puesta en escena, todo un montaje y espectáculo de banda grande (con una réplica de la estatua de la libertad de seis m).

Los Metallica en 1988

La obra había sido planificada inicialmente para que su productor de confianza, el ingeniero danés, Flemming Rasmussen, que ya había trabajado en sus dos anteriores álbumes, se hiciera cargo de la producción, pero este, estaba ocupado en otros menesteres y no pudo hacerse cargo, por lo que decidieron llamar al Mike Clink que había producido el Appetite de los Guns, y a Lars Ulrich le molaba mucho su trabajo. Las malas lenguas dicen que el Clink no quiso prestarse al juego de hacer tapar el bajo completamente, y que por eso abandonó el barco, o mejor dicho, lo echaron, aunque nada está muy claro. Parece ser que, entre medias, Rasmussen volvió a estar otra vez disponible, y Lars y los suyos no dudaron un segundo y volvieron a contactar con él.

Años después, tanto Clink como Rasmussen manifestaron que ellos no tuvieron nada que ver en la desaparición del bajo y que todo fue cosa de los que mezclaron el disco: los Sres; Mike Thompson y Steven Barbiero los que, bajo las órdenes de Lars y James hicieron la guarrada de tapar casi completamente el sonido de las cuatro cuerdas que salían del sustituto del malogrado Burton, el Sr. Jason Newsted. Al final, la historia de siempre, la culpa no la tuvo nadie, y la pelota se la lanzan unos contra otros. Según Hetfield y Ulrich, el disco sonaba bien en aquel momento.

Mike Clink
Lo cierto es que Metallica pasaba por un momento difícil y la pérdida de Burton era todavía un golpe que no habían asimilado. La banda estaba rabiosa y cabreada con el mundo, por lo que, si ya de entrada, trabajar con ellos eran muy difícil, lo de Cliff lo complicaba todo mucho más. Clink tampoco era un novatillo primerizo que pudieran amedrentar y dirigir a su antojo, por lo que los egos y caprichos entre ellos hacían muy difícil la convivencia. Rasmussen estaba más acostumbrado al mundo Metallica, a ese universo caótico y bicéfalo, controlado y dominado por las personalidades distantes pero geniales de James Hetfield y Lars Ulrich, por lo que este fue el que consiguió sobrevivir en el medio de esa lucha de poder, y conseguir llegar hasta el final de las grabaciones.

Sea como fuere, de los cuatro grandes del thrash metal, Los Metallica fueron los segundos que golpearon en 1988 presentando este .. And Justice for All. Primero había sido Slayer con un muy bueno South of Heaven y, después, sería el turno de los locos de New York, Anthrax con un flojo State of Euphoria, para finalizar los Megadeth del genio Mustaine con So Far, So Good, so What..., que serían los últimos en presentar disco en ese año. También andaban por ahí Testament con The New Order o, unos Overkill sacando Under the Influence. Todos ellos editados en un periodo corto de tiempo, entre mayo y noviembre de 1988, por lo que este ... And Justice for All todavía no había ejercido su influencia en el thrash metal como sí ocurrió en los años venideros.


Metallica en directo, año 89

Las grabaciones se iniciaron en los One on One Studios de North Hollywood, a principios de 1988, y la banda estaba ante el reto de qué hacer después de un monumental Master of Puppets. Lars estaba flipado por el sonido y temas del Appetite for Destruciton de los de Axl Rose, pero a James no le molaba nada ese disco, por lo que las fricciones y broncas estaban a flor de piel. Al final decidieron romper la baraja y no volver a repetir un Master II. Por primera vez, parece ser que no siguieron a su instinto y confiaron todo en algo más planificado y pensado. Metallica nunca repitió la misma fórmula y, mucho menos, el sonido de sus discos.
 
Aquí pasó lo mismo, querían un sonido particular, más seco y cortante, y se cargaron el sonido del bajo. Eso provocó que el disco quedara para siempre alimentado por esa polémica pero, a la postre, hay que reconocer que suena muy rompedor. Ese toque es lo que lo hace especial y distinto. ¿Quién cojones se atrevía en 1988 a grabar un disco sin que prácticamente sonara el bajo? Premeditado o no, si lo hicieron como cabreo por haber perdido a Cliff o, porque no les convencían las líneas hechas por Newsted, para mí sigue siendo una jugada genial. Lo podemos criticar o no, hasta podemos pensar que si hubieran metido el bajo el disco hubiera sido mucho más grande de lo que es (hay en youtube remezclas donde suena el bajo) pero ese detalle es lo que marca para siempre la historia de este disco.

¿Es el bajo fantasma de Cliff el que querían que sonara en el disco y por eso lo taparon? ¿Fue la muerte Burton lo que provocó que hicieran eso, como si este les hiciera un último regalo, como si fuera su último tributo a la banda? Preguntas y más preguntas, interrogantes que siempre quedarán en el tintero. Posiblemente, quisieron hacer un disco como homenaje al Burton, y lo que se les ocurrió fue que no sonara el bajo, pagando Newsted, sin culpa, los platos rotos, pero, a su vez, creando fortuitamente un sonido que crearía escuela e influenciaría a múltiples bandas en los años venideros.

En las redes circula mucho la opinión de que este ... And Justice for All, sigue una estructura y esquema parecido al Ride the Lightning y al Master of Puppets. Los tres tienen nueve temas, y la posición de las canciones sigue su forma habitual de presentar un disco: comenzar con un tema directo y después ir colocando temas estratégicamente para que el disco fluya. El problema con ... And Justice for All era que las canciones eran más largas de lo habitual, la mayoría daban vueltas y vueltas sin llegar a ninguna parte y, lógicamente, la jugada del bajo. Una putada en toda regla para Newsted que debutaba con ellos y, prácticamente, su aportación quedaba enterrada o perdida dentro de algún cajón del estudio.

"Blackened" me sigue pareciendo una de las genialidades del disco, y una de sus mejores composiciones de siempre. Con esa intro in crescendo, al parecer, idea de Ulrich que la grabó al derecho y después decidieron ponerla al revés. "Harvester of Sorrow", otra que me parece una de las mejores del álbum. Muy siniestra e inquietante, oscura, como todo el disco. En general, la obra es un festín de riffs monumentales, en desarrollos complejos y progresiones interesantes, aunque, por momentos, caigan en el aburrimiento. Hay atmósferas muy épicas como en la entrada de la homónima del disco, donde la batería de Lars juega un papel preponderante, con sus baquetas golpeando los timbales como en una procesión cronometrada. 

El inicio de "Eye of the Beholder", poniéndonos en alerta y creando un ambiente marcial y de lucha. El homenaje silencioso que se marcan con la más larga del plástico, "To Live is To Die" y que rescataron de los libros de anotaciones de Burton para rendirle ese merecido homenaje al que había sido hasta ese momento, la tercera cabeza pensante y que hacía de contrapeso entre Lars y Hetfield.

El disco se cerraba con la más cañera y rápida del trabajo. "Dyes Eve", era como el "Damage Inc." del Master, pero, si había un tema capital en este ... And Justice for all, es la canción que los lanza al estrellato y los convierte en un grupo de masas. "One", es el diamante, la pista que separó las aguas igual que hiciera Moisés con el Mar Rojo. Esos sonidos de bombas y metralletas bañadas por los arpegios de James, convertían a Metallica en un grupo conmovedor, sutil, alejado de sus excesos, y ponían música a la historia de un soldado de infantería que pisa una mina, despertando para comprobar que había perdido todo. Ya no le quedan ni sus piernas, ni sus brazos. Ya no podía sentir su polla. Solo su mente atrapada en una eterna pesadilla.

La historia de la canción es tan potente que se hizo un videoclip con ella, usando imágenes de una película, que a su vez estaba basada en una novela de 1939 donde relataban la historia muy parecida de un soldado que combatió en la 1ª Guerra Mundial y que acabó sucediéndole lo que James cantaba en la canción.

"One" cambió la vida de Metallica para siempre y fue la canción que los hizo despegar a lo grande. Habían dado con esa mezcla mágica de sutileza, comercialidad, potencia y agresividad que solo tienen algunas canciones, y que solo algunas bandas consiguen crear. "One" fue un clásico instantáneo que puso el thrash metal en los televisores de todo el mundo.

... And Justice for All se publicó un 6 de septiembre de 1988, y las primeras reacciones, lógicamente, fueron para el sonido, concretamente para el bajo, que no sonaba. ¿Dónde coño está el bajo?, se preguntaban algunos jefazos de la discográfica. Esto suena a rayos, decían otros, pero lo cierto es que un mes después de su salida, el disco se venía a toda máquina. Alcanzando el número seis en las listas, y llegando a despachar un millón de copias en tan solo nueve semanas (llegaría a los 8 millones). La canción de "One" se emitía sin parar en la MTV, y fue la causante de que fueran propuestos para la gala de los Grammy de ese año. La primera vez que una banda de heavy metal interpretaba un tema en en directo en el medio del plató de los Grammy ante tipos con traje y corbata. Finalmente, no se llevaron el premio ese año, este recayó en los Jethro Trull, aunque sí lo consiguieron en 1989. De todas formas, el tsunami Metallica ya estaba en marcha. Eran una banda imparable, a punto de explotar. "One" fue el cartucho de dinamita que originó la avalancha que estaba a punto de venir...

Y la diosa de la Justicia, Edna, se despide de nosotros...

Creo que no se puede entender este ... And Justice for All sin apuntar tres rasgos distintivos del álbum:

1- La muerte y ausencia de Cliff Burton.
2- Un bajo desaparecido por una producción tan distinta y rompedora.
3- La canción "One".

Tengo la sensación de que Flemming Rasmussen perdió la oportunidad de su vida, y se dejó llevar por las excentricidades y delirios de grandeza de Lars y James. Si hubieran dado un poco más de cancha al bajo (no mucha) y recortado un poco la duración de los temas, seguramente, estaríamos hablando de una obra maestra rotunda, que pudo llevarlos a todos, antes de tiempo, al panteón de los Grandes del Heavy. Algo que si conseguiría Bob Rock en 1991.

Después de 37 años .... And Justice for All me sigue pareciendo lo mismo que me pareció en su día: un disco extraño pero fascinante al mismo tiempo, más cercano a la masterpiece que al bodrio y, aunque el bajo es un fantasma (el fantasma de Cliff Burton), evidenciaba el potencial que tenía esta gente..  And Justice for All sería el estallido previo a la voladura de todos los puentes que acontecería tres años después... Era la hora del martillo de Metallica. Era Metallica impartiendo justicia... Hasta la próxima, amigos.



8.5/10

A la memoria de Clifford Lee Burton, "Cliff Burton" (DEP)

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