martes, 22 de julio de 2025

Sonia de Unnatural: cuando una mujer toca la batería en una banda de death metal (y no muere en el intento)...


En vez de una bruja hechicera, en este caso estamos ante una meiga gallega, porque esta mujer, así como la veis, empezó en esto de la música cuando tenía 17 años desde la ciudad de As Burgas (Ourense) formando parte y tocando en innumerables bandas de la zona. No creo que por 1992 hubiera muchas mujeres tocando la batería, y menos, en una banda de death metal old school como eran los Unnatural. Si queréis conocer más de la historia de esta mujer, toda una pionera y heroína en esto del noble arte del metal extremo, no os perdáis el siguiente reportaje: Sonia de Unnatural: cuando una mujer toca la batería en una banda de death metal (y no muere en el intento)...

Sonia Albor
Sonia Albor (para más detalles) encontraría el amor por la batería cuando deambulaba por el Taller de Música Joven de Ourense, un local, especie de estudio, impulsado en sus inicios por el Ayuntamiento, que se convertiría en un santuario y lugar de encuentro para todos aquellos amantes de la música y que estaban metidos de alguna manera en la movida musical de la ciudad de Ourense. 

Corría el año 89 (más o menos) y allí conocería a un entrañable y muy querido, ya fallecido, Moncho Lusquiños (músico, ingeniero y pionero en las grabaciones musicales) junto con otro ilustre batería que formaría parte de una de las bandas más queridas del rock estatal como fueron Los Suaves. Hablamos del también, ya tristemente desaparecido, Ángel Barrio (Gelo), que grabaría esos discos emblemáticos de la escena nacional como; Maldita sea mi Suerte, Malas Noticias o Santa Compaña, ambos músicos (tanto Lusquiños como Gelo) marcarían para siempre a nuestra Sonia y le inculcarían el amor por este instrumento.

Los inviernos en el Ourense de los primeros 90s eran muy duros y los grajos volaban muy bajo, tan bajo que hacía un frío del..... (eso), qué mejor idea que aprender a tocar la batería para entrar en calor, pero nada de rock suave, ni mucho menos pop, ni música de masas o que tenga algo que ver con la comercialidad. A Sonia lo que le gustaba era la caña bien dura y poderosa, vamos, Death Metal y derivados... Doble bombo a saco y golpeo contundente. Pudiendo ser, ese feroz y asesino death old school venido de los USA, de gente como Morbid Angel o Incantation.

Ahora os puede parecer algo relativamente normal, que una mujer toque la batería en una banda de death metal, pero os aseguro que en 1992 era un cosa totalmente rompedora e insólita y, mucho menos, en España. Vamos, una bizarrada más rara que ver a un extraterrestre leyendo el ABC, por lo que, seguramente, estemos ante la única mujer que ha formado parte de varias bandas de death metal encargándose de tocar la batería, por lo menos, que yo tenga constancia y mucho menos en nuestras latitudes.


Sonia Albor tocando la batería, 2009

A mí a día de hoy me sigue pareciendo todo una heroicidad cómo Sonia fue capaz de conseguirlo en una sociedad y, sobretodo, en un estilo musical completamente copado y controlado por el sexo masculino. Es que esta meiga lo hacía muy bien, mejor que muchos hombres. Algo que hacía saltar las alarmas y descolocaba a todo aquel que osaba criticarla. El estereotipo más socorrido de la época era escuchar comentarios del estilo: ¿cómo será la banda cuando llevan a una mujer a la batería? o, ¿será medio marimacho...? y algunos más de mal gusto que no se pueden reproducir por aquí.


Sonia en el centro (época Detestor)

Su oportunidad de demostrar su valía tras las baquetas llegaría en los también ourensanos de Detestor, en 1990, primera banda, digamos seria en la que participó, que venía siendo de alguna forma el germen, la semilla de lo que después se llamó Unnatural, y donde de la mano de un tal Franco (nada que ver con el Caudillo) sino con un chaval de mismo nombre, deciden fundar una nueva banda en 1992. Tampoco podemos olvidar a unos Sepulcro, donde también grabó una maqueta Sonia, y entre todos ellos encontramos sus primeros pasos y vestigios en la escena.

Galicia por aquellos años tenía un ramillete de bandas muy interesante (Absorbed, Dismal, Unhalloweed...) y, en Ourense, se daba la curiosidad de haber como una escena dentro de otra escena (Detestor, Sepulcro...) lo que evidenciaba el potencial e importancia que tuvo Galicia en la aportación de bandas al estilo. Todo eso se veía perjudicado por ser una comunidad apartada y aislada (la Galicia de las carballeiras y corredoiras como decía Fraga), mal comunicada en 1990 (todavía a día de hoy) con el resto de España, donde, si fuera las oportunidades eran escasas, en Galicia todavía eran peor: apenas estudios, pocos medios y servicios. De ahí que la escena gallega tuviera que lidiar con todo eso, además, echando una mochila de piedras extra al duro y difícil camino que era para un grupo de chavales, la mayoría autodidactas y sin recursos, llevar adelante una banda de death metal.

Formación Unnatural años 90 (Sonia, al fondo)
Con los Unnatural se podría decir que fue el grupo con el que de alguna forma se dio a conocer, siempre dentro del mísero underground death metalero nacional, grabando dos demos entre 1992 y 1993, que llegaron a alcanzar cierto prestigio y reconocimiento en aquellos lejanos y duros primeros años, donde no había una peseta para nada, consiguiendo meter la cabeza para grabar lo que seguramente sea la producción más sonada que había hecho hasta la fecha, como fue ese split compartido con los también gallegos Absorbed y Dismal. Ese Split se llamó Avowals, y las tres bandas aportarían cuatro temas cada una, siendo un total de 12 canciones en total, que significó todo un hito y un paso más a lo que siempre se esperó de ellos, que algún día llegaran a grabar un disco.

Una realidad, que ya os lo comentaba en el anterior reportaje (Podredumbre Ibérica). Esa maldición que padecían las bandas death españolas que, a pesar de su calidad, muchas de ellas nunca pasaron de alguna demo y poco más. Unnatural fueron una de ellas. Un grupo antinatural (por eso igual lo del nombre) potente y poderoso, muy sólido, que ofrecía un death metal a la vieja usanza, pero muy bien tocado y competente. Una muy buena banda en lo suyo. Solo tenéis que pinchar unas My painful Begin, Swarm of Reversals o The Beholder, ambas incluidas en ese añorado split, y que evidenciaban la calidad que tenía esta gente. No era nada fácil sonar tan compactos como lo hacían, con esa rotundidad y fuerza. Los medios a su alcanze eran limitados y no se podía enmascarar las interpretaciones como se hace ahora. O tocabas, o no tacabas, y Sonia tocaba, y mucho.

Portada Split Avowals, 1994
Después de esto, los Unnatural siguieron peleando, en busca de la grabación de su ansiado y deseado primer disco, pero nunca se dio. Sé que después de ese Avowals, Franco y Sonia, acompañados de Mingos, a la segunda guitarra, y Miguel al bajo, presentaron otra maqueta (autoeditada) y un último split, Throne of Anguish, para arrojar la toalla y acabar cansados y desilusionados con todo (supongo) aunque las verdaderas razones de su disolución nunca se supieron.

A pesar de todo, Sonia siguió adelante, entrando en 1998 a formar parte de otra banda ourensana de death metal técnico llamada Scent of Noise, donde no llegó a grabar nada, para ya en un muy tardio 2009 entrar en los madrileños Fermento donde grabó con ellos el tercer disco Recipe for Cremation, quizás su grabación más profesional, donde daba buena cuenta de su maestría y habilidad con las baquetas.

A partir de aquí, yo le pierdo la pista... Nunca tuve el placer de conocerla, solo de verla tocar en algún bolo. No sé si sigue metida en esto de la música o, por el contrario, se ha apartado un poco de todo ese mundo. Ella tiene una página de Facebook, donde sale muy comprometida con el movimiento feminista, luchando por sus derechos... Hasta aquí un poco esta historia que me ha parecido interesante recordarla, siempre desde la humildad y con todo el cariño. 

Aquellos tiempos de fanzines, fotocopias, charlas en El Bronx (un saludo, Miguel) cintas TDK, flyers, de buscarte la vida como podías y, por el medio, la historia de esta Sonia: toda una lucha de superación, donde una mujer tuvo que ir rompiendo barreras y, a base de coraje y esfuerzo, ganarse el respeto en esto del mundo del metal. Una dama, una meiga gallega que desde Ourense se puso el mundo por montera y consiguió demostrar que una mujer puede toca una batería de death metal igual o mejor que cualquier hombre: Galicia calidade... Hasta la próxima, amigos.

PD: Os dejo más abajo el último split que grabó con los Unnatural: Throne of Anguish (1997)


2 comentarios:

  1. La verdad es que mujeres en el metal extremo ( y metal en general), no se ven muchas. Pero baterías... no se, no recuerdo ninguna más.

    Ahora mismo me viene a la memoria Morrigan de Aeternus (bajo, teclados) y Jo Bench de Bolt Thrower (casualidad, también bajista).

    No lo hacía nada mal esta mujer. De echo, cuando escuché el Avowals no sabía que había una batería en Unnatural. Hay que valorar más lo que tenemos, y esta señora se merece todo nuestro reconocimiento por ser pionera.

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    1. Exacto, tío. Es una pena que no haya más mujeres en el metal, sobretodo en los sonidos más extremos, por eso lo del reportaje. Que ver en 1992 a una mujer tocando la batería, y más en una banda de death, era toda una revolución. Por lo menos aquí en España, no sé si por ahí fuera había algunas más, pero tampoco creo que hubiera muchas. Sonia fue toda una pionera y revolucionaria en ese sentido.

      Me ha parecido interesante contarlo, porque sé, que hay mucha gente que no los conoce, y mucho menos, que llevaran una mujer a la batería. Yo la vi en directo hace muchos años, cuando estaba con los Unnatural y lo bordaba, además con una pegada y contundencia brutal. Eran una buena banda. Como tantas otras no tuvieron suerte. Fue una pena que nunca grabaran un disco, pero de aquella, era lo que había. En Galicia había un ramillete de bandas muy interesante, pero ninguna pasó de unas demos y algún split hasta pasados muchos años.

      Gracias por pasarte, JCSG, y venir a recordar a estos Unnatural. Saludos!

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Sonia de Unnatural: cuando una mujer toca la batería en una banda de death metal (y no muere en el intento)...

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