miércoles, 28 de mayo de 2025

Rebuscando entre las catacumbas de los 90s: 10 discos de death metal olvidados...


No sé si os lo he comentado alguna vez, pero el Death Metal fue el estilo que, en cierto modo, me despertó el amor por coleccionar música. Fue el subgénero que realmente me motivó a convertirme en un melómano de estos sonidos de ultratumba. Primero llegaron esos Death, Obituary, Deicide… y después, toda la movida sueca de los Sunlight Studios: esos Entombed, Dismember... Y claro, también la escena de Gotemburgo con At the Gates y Dark Tranquillity. Qué tiempos aquellos, los primeros y mediados años 90, cuando aún salían discos del género con una calidad brutal. Pues bien, para recordar a otros que no tuvieron tanta suerte ni reconocimiento, os invito a rebuscar entre las catacumbas del Death Metal y comprobar que, más allá de las vacas sagradas, también había obras interesantes que, por unas razones u otras, quedaron encerradas para siempre en alguna cripta...

No me voy a andar por las ramas y ya de entrada os presento uno de los platos fuertes del reportaje. No es que sean unos grandes innovadores, pero sí un disco de un profundo culto dentro del underground death metal. Os hablo de los belgas Blasphereion, que con un único disco dejaron un profundo y cavernoso cadáver casi incorrupto hasta nuestros días...

1. Blasphereion - Rest in Peace (Osmose Records, 1991)

Portada disco, Rest in Peace, 1991
Por el título de la banda igual os viene el recuerdo a los Deicide, a ese rompedor y primer disco donde Glen Benton y sus secuaces desataron sus huestes por todo el mundo, sembrando el terror desde Tampa, Florida. Pues la cosa no va a ir por ahí. Sorprendentemente, este Rest in Peace, es un híbrido death/doom con una calidad y madurez impresionantes para ser el primer lanzamiento de una banda novel. Grupo, estos Blasphereion, que seguramente su país de procedencia y el año de edición, 1991, donde salían discos del género a patadas, los acabó relegando al olvido. 

Rest in Peace es un trabajo profundo, ceremonioso, litúrgico, de capa y candelabro, perfectamente ejecutado, donde sobresale una voz de auténtica ultratumba, igual como si fuera un eructo salido de lo más profundo de nuestros intestinos después de haber comido una buena fabada con chorizo. 

Si esto fuera poco para vosotros. En su formación encontramos a un tipo muy joven de aquella, pero que iba a escribir su nombre con letras doradas en la escena belga. Hablamos de Dan Vandeplas (alias, Cernunnos), que más tarde fundaría los blackers Enthroned, y que, desgraciadamente, en 1997, se acabaría suicidando colgándose de una soga. En su honor y en su recuerdo, aquí va este mi pequeño homenaje a este gran Rest in Peace (nunca mejor dicho).



2. Delirium - Zzooouhh (Prophecy Records, 1990)

Portada disco, Zzooouhh, 90
De tan solo un año antes, os propongo otra joyita oculta del death/doom holandés de una banda que debutó en 1990 con este su primer largo, de título extraño, Zzooouhh y, tras este álbum, desaparecieron completamente perdidos dentro de algún canal oscuro y remoto. Tan solo tres componentes, con una mujer bajista en sus filas, se apañan para ofrecernos un death de muchos quilates, interpretado exquisitamente y fantásticamente producido. Una perla del underground holandés, lleno de riffs y atmósferas fangosas espectrales al más puro estilo de los dioses suizos Celtic Frost

Desconozco por qué esta gente no siguió adelante con esta historia. Desde luego estos tipos sabían tocar y 1990 era un año perfecto para lanzarse con estas propuestas, pero algo falló con estos Delirium y, con este trabajo, pusieron punto final a la prometedora carrera de estos holandeses.





3. Intestine Baalism - An Anatomy of the Beast (Repulse Records, 1997)

Portada disco, An Anatomy of the Beast, 97
De tierras de los tulipanes nos pasamos a la zona del noroeste del pacífico, para aterrizar en Japón y probar el buen death metal de estos poco conocidos Intestine Baalism. Aquí nos metemos en un death más a la vieja escuela, con este su primer álbum que editaban en 1997 con la disquera española de Repulse Records. Todo un hallazgo que se cascó aquí el Sr Dave Rotten para editarles un disco a esta gente que combinaban de manera magistral potencia y melodía sueca, con la crudeza del death más clásico venido de los USA.

Al ser japoneses la gente suele pasar de ellos. La escena nipona siempre se siente tan lejana y se observa con mucho recelo, parece que hay como una barrera invisible que nos impide degustar sus producciones. Lo que no deja de ser una pena, porque su calidad suele ser tan homologable o más, a cualquier banda americana o europea. Este An Anatomy of the Beast puede ser un disco que se os cuele ahí como quién no quiere la cosa en el medio de vuestra colección más selecta del género.




4. Disastrous Murmur - Rhapsodies in Red (Osmose Productions, 1992)

Portada disco, Rhapsodies in Red, 92
Siempre tuve al sello francés de culto Osmose más relacionado con bandas de black, pero lo cierto es que en sus comienzos también editaban joyas dentro del death metal. Una de ellas pueden ser estos austriacos de Disastrous Murmur que en 1992 sacaban este su primer álbum, Rhapsodies in Red, para mayor gloria de la escena austriaca más grotesca y podrida. Su conexión más cercana podrían ser los primeros Carcass o Autopsy y, como no, con las leyendas de su país Pungent Stench.

La producción les quedó un poquito floja pero, en cambio, conserva ese poso de sustancia underground llena de riffs primitivos y voces guturales profundamente deformadas. Un disco de puro OSDM (Old School Death Metal) tan polvoriento y decrépito como la deliciosa portada que lo cubre.  Disastrous Murmur todavía siguen sacando discos, quedándose como una banda relegada exclusivamente para los tenedores más exclusivos y enfermizos.




5. Luciferion - Demonication (The Manifest) (Listenable Records, 1994)

Portada disco, Demonication (The Manifest), 94
Este no es que sea un disco muy desconocido, pero sí un trabajo que no tuvo mucha aceptación, pese ofrecer una calidad técnica y de producción de las mejores que había por la época. Tres suecos y un polaco, todos grandes instrumentistas, que consiguieron ir a grabarlo a los famosos Fredman Studios del capo de las producciones del extremo a mediados de los 90 como era el gurú Fredrik Nordstrom. Con este Demonication (The Manifest) afrontamos la vena más técnica, mística y esotérica de lo que llevamos de reportaje. 

Un álbum ambicioso, con riffs intrincados, estructuras complejas y una atmósfera cargada de oscuridad ceremonial. Hay una fuerte agresión y algo de épica sinfónica que pudo descolocar algo al personal. Quizás un disco demasiado transversal donde nunca tienes claro de que palo van. Su referente más aproximado seguramente sean unos Morbid Angel y Deicide, aunque ya os digo que todo se difumina un poco y se va perdiendo entre sus melodías y pasajes hasta que acabamos sin saber muy bien qué es lo que hemos escuchado. Arma de doble filo, muchachos. 




6. Baphomet - The Dead Shall Inherit (Peaceville, 1992)

Estos representan a la vena más aplastante y densa del death metal venido desde New York. Nada de grabar en los Morrisound de Florida. Estos tipos llamados al principio Baphomet (después se pasaron a Banished) pasaron de meterse en ese lugar infecto y se cascaron aquí un buen álbum de riffs gruesos y oscuros, con brutales breakdowns para doblar nuestras melenas (el que las tenga) como auténticos posesos. Eso sí, la caja de la batería suena como si fuera un barril de cerveza metido dentro de un garaje escondido de un garito podrido de la ciudad de la Estatua de la Libertad. 

Encontrarte discos como estes es cuando te das cuenta lo injusta que es la vida. Vale, que no inventan ninguna rueda, pero si esto no es un death metal pegadizo y con gancho, que baje (o más bien suba) Satán del Infierno porque yo me lo llevo, valga lo que valga y cueste lo que cueste. Por curiosidad, deciros que el vinilo se paga en unos 165 € (ahí es nada).




7. Crown of Thorns - The Burning (Black Sun Records, 1995)

Portada disco, The Burning, 95
Antes de que fueran conocidos simplemente como The Crown, esta banda sueca operaba bajo el nombre de, Crown of Thorns, denominación que tuvieron que abandonar tras su segundo álbum por motivos legales (otra formación con el mismo nombre amenazó con acciones judiciales). Esta anécdota marca el inicio de una carrera que, aunque terminaría alcanzando reconocimiento internacional, comenzó de forma mucho más discreta y subterránea.

The Burning es un debut que ha permanecido relativamente oculto dentro del underground melódico sueco, eclipsado por titanes como Unanimated o Necrophobic, quienes ya estaban desarrollando una mezcla de death y black más afilada y reconocible. Sin embargo, Crown of Thorns apostaba por una vía distinta: una fusión intensa de death/thrash agresivo con elementos melódicos incipientes, en un momento en el que el sonido sueco aún estaba definiéndose en múltiples frentes.

Uno de los aspectos que hace especial a The Burning es precisamente su alejamiento de los cánones de producción de la época. Mientras la mayoría de bandas suecas grababan en los omnipresentes Sunlight Studios o en los Unisound de Dan Swanö, este disco opta por una vía alternativa, lo que le otorga un carácter sonoro único y distintivo, más crudo, más directo y menos estandarizado. Aunque sí es cierto que The Crown obtendría mayor reconocimiento en su etapa posterior, este debut sigue siendo una pieza fundamental para comprender el desarrollo del género durante una de sus décadas más fértiles y transformadoras.




8. Ceremony - Tyranny from Above (Cyber Music, 1993)

Portada disco, Tyranny from Above, 93

Discos como estes eran fáciles de que se nos pasaran desapercibidos por un 1993 donde el movimiento empezaba a dar síntomas de agotamiento. Se notaba que el death metal empezaba a morirse. Ahí perdido dentro de la escena holandesa aparecen estos Ceremony, que tenían entre sus filas al bajista Ron van de Polder que había grabado el primer disco de los SinisterCross the Styx, para después dejar la banda y montar estos Ceremony

Un álbum, este Tyranny from Above, nada espectacular, pero sí honesto, donde nos entregan un death metal brutal y aguerrido con influencias americanas de la zona de Tampa (Florida), en combinación con otras más europeas en la onda de gente como sus paisanos Pestilence o Sinister. Cuando piensas que todo el disco va a ser así, surgen en dos temas unas voces femeninas que le dan ese punto de sorpresa que te acaban elevando el trabajo a un disco que bien pudo merecer algo más de reconocimiento. Una única perla que nos dejaron estos Ceremony para honrar la poca fama del panteón death metal de tierras neerlandesas.




9. Extreme Deformity - Internal (LMS, 1993)

Portada disco, Internal, 93

A veces, cuando un movimiento da síntomas de agotamiento, es cuando surgían gratas sorpresas desde el rincón menos pensado del planeta. No sé si conocéis muchas bandas death de Hungría, pero yo sí os puedo dar una. Se llaman Extreme Deformity, y no tuvieron tiempo para más, y en 1993 editan su único full-lenght llamado Internal (no Infernal). Aquí no hay un death metal de grandes producciones. Lo que ofrece este disco es una mezcla explosiva de técnica, barroquismo, oscuridad y locura controlada. Riffs retorcidos, cambios de ritmo impredecibles y una atmósfera asfixiante que podría recordar a los primeros Gorguts o a unos Atheist más sombríos. 

Un disco de heavies por el mundo venido de una zona lejana que, a pesar de su bajo perfil y su país de procedencia, demuestra que en Hungría también había un nivel compositivo altísimo y una visión muy personal del género. Creo que bien se hubieran merecido probar con un segundo intento, pero con tanta competencia y oferta, y ya con un género en decadencia, o lo petabas de inicio o lo que te tocaba era la extinción, como así fue con estos deathers húngaros.



10. Pakeni - Celestial Mechanics (Napalm Records, 1999)

Portada disco, Celestial Mechanics, 99
Cerramos esta aventura con un álbum de una gente que fue abducida por ese odiado y querido a partes iguales como fue el Wolverine Blues de Entombed. Para muchos un disco criminal que jodió toda la escena death europea creando el odiado sub-género del Death N' Roll. Pues venidos de Finlandia aquí tenemos a unos buenos alumnos. Siempre con esa calidad instrumental y un sonido fino que solían presentar las bandas venidas del País de los Mil Lagos demostrando que, incluso en ese despreciado subgénero, también podían surgir trabajos interesantes. 

Este disco no es para todos los paladares, incluso alguno pensará qué diablos hace aquí, pero a mí siempre me gusta finalizar las historias quitando algo de hierro al asunto y, sobre todo, sacarle algo de grasa a tanta muerte y destrucción, con algo más ecléctico, progresivo y experimental como son estos Pakeni. Aunque penséis que no, en el Death metal también cabe todo, hasta tú, que piensas que el death debe ser algo cerrado y cuadriculado. Por esta vez, esto ha sido todo, amigos. Hasta la próxima, colegas...


En un panorama dominado por nombres consagrados, es en los márgenes donde muchas veces se esconden las propuestas más arriesgadas y fascinantes. Estos discos olvidados, subestimados o simplemente ignorados, demuestran que el death metal de los noventa fue mucho más amplio y diverso de lo que dictan las listas clásicas. Redescubrirlos no solo enriquece nuestra perspectiva histórica, sino que también nos conecta con la esencia más genuina del underground: la búsqueda incansable de nuevas formas de expresión sonora.

Sé que aquí no hay ninguna obra maestra, pero eso supongo que ya lo sabíais. Pero no me digáis que no lo habéis gozado tanto como yo. Cuánta buena música hay sin descubrir, y cuantos buenos discos sin catar. No hay vidas suficientes para descubrirlos todos, pero sí, por lo menos, vamos a intentar desenterrar algunos... Continuará...

5 comentarios:

  1. Brutal el reportaje. Como coleccionista de death metal de los 90, me ha dado una alegría ver que alguien se toma el tiempo de reivindicar tantos discos y bandas que, pese a no tener la difusión de los grandes nombres, aportaron muchísimo a la escena. Algunos los tengo bien guardados en CD y otros me han despertado las ganas de buscarlos. Este tipo de contenido es imprescindible para mantener viva la memoria del underground. Gracias por el trabajo y por poner en valor estos tesoros ocultos del metal extremo. Estaré atento al blog.

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    1. Nada, hombre, gracias a ti. Esto ha sido así como un pequeño divertimento que se me ha ocurrido al ver por casa algunos discos que en su día me parecieron muy menores y que, vueltos a repescar, me han parecido super apetitosos. Algunos mejores y otros peores pero, en general, tienen ese poso underground, algo amateur e ingenio que le dan un toque vintage y nostálgico muy guapo. No sabría decirte con cuál me quedaría. Ahora, el de Blasphereion y Delirium me parecen muy buenos. Luciferion tienen un nivelazo. También el de los nipones Intestine Baalism. Disastrous Murmus, Baphomet... En fin, creo que hay material ahí para pasar un ratillo majo... Gracias por pasarte. Un saludo.

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    2. Sin duda, los tengo todos en original. Pero con el que me has cogido, ha sido con los húngaros eses de Extreme Deformity que nunca me había parado con ellos. Se nota que todavía tenían un sonido amateur, pero presentan buenas maneras. En general, buen trabajo. Anímate con más entregas, que reportajes como estes son muy divertidos...

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  2. Vayamos por partes...

    Intestine, Luciferion, y Crown los tenía escuchados. El de los Japoneses lo tengo en un CD promocional que nos envió Dave con un pedido. Buenos grupos y discos. Del resto:

    Blaspherion me han gustado bastante. Con sus pasajes acústicos y muy buenos riffs. Me han gustado. Seguramente los que más de todos.

    A Delirium los he visto muy Celtic Frost. Lo pones por ahí, pero es que lo clavan los tíos.

    Pakeni no me han gustado. Eso sí, si me dices que colabora el LG Petrov cantando varias canciones, me lo trago entero. No son mi rollo, aunque admito que eso de hacer death "pegadizo" como hicieron Entombed, les pudo poner en buen lugar, pero no haber oído nada de ellos me hace pensar que se quedarían en agua de borrajas.

    Conforme vaya escuchando alguno más, voy poniendo algo por aquí...

    Y por cierto, uno de segundones de Death melódico tampoco estaría mal... así a bote pronto, me vienen los Ebony Tears, conpañeros de sello de The crown y con un primer disco que a mí me gustó mucho.

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    1. Coño, tío... pero los Ebony Tears, creo que son más rollo doom gothic, creo, no estoy seguro. Por casa tengo un disco de ellos.... No sé, cuidado, que hablo así de memoria.

      Sabes lo que pasa? que el death melódico tiene mala fama, muchos no lo consideran una variante digna. La tienen un poco apestada. Así como despreciada, sabes? Los prejuicios y tabús que tanto abundan en esta música. Pero sí, tomo nota... Ya sabes que yo me paso todo eso por mis partes más oscuras....ajajajjajaj... Lo que pasa es que este report me salió así un poco cañero, más death old school...

      Hombre, es que el de Blaspherion es muy bueno. Creo recordar que un colega, hace muchos años, me lo había grabado en una cinta, que él lo había comprado en vinilo y me pareció un buen disco. El caso es que lo tenía ahí un poco olvidado. La voz es pútrida como una cloaca...

      Luciferion tienen un nivelazo. Quizás muy Morbid Angel, pero la producción es cinco estrellas, de lo mejorcito de la época.

      Delirium me parecen buenísimos... Son puro Celtic Frost con Obituary, pero suenan cojonudos. Baphomet, también muy buenos. .. Ceremony, tienen el morbo de estar en sus filas uno de los fundadores de Sinister. Creo que, en general, hay muy buen nivel. Como comentaban más arriba, quizás los más genéricos sean los húngaros... pero también molan, cuidado...

      Pakeni no inventan nada, pero me parecen una banda con gusto y que tocan cojonudos. Me gustó ponerlos así al final como contrapunto diferente, para dar un golpe de timón y salir un poco de ese death metal tan rudo y viejo. Yo es que soy muy del Wolverine Blues de Entombed, y estos Pakeni lo clavan...

      Haré más entregas así de packs de discos death metal, que hay mucho material por ahí oculto y olvidado. Gracias por pasarte, JCSG. Ya sabes que cuento contigo.

      Un saludo.

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