En los años 90, muchas bandas clásicas del thrash metal entraron en crisis de identidad. El grunge arrasaba, el metal industrial ganaba terreno, y el groove de Pantera dictaba nuevas normas. Kreator, una de las formaciones más acreditadas y prestigiosas del thrash europeo, no fue ajena a esa transformación. Tras el controvertido Renewal (1992), que dividió a su base de fans con su sonido experimental e industrial, Mille Petrozza decidió no dar marcha atrás. En 1995 apareció Cause for Conflict, un disco que no buscaba reconciliación con su pasado sino ahondar más en su conflicto interior. En el mismo al que todo el mundo cae cuando afronta este Cause for Conflict: entre la duda (conlficto) y la rabia...
Contraportada CD, Cause for Conflict, 95 |
Kreator como banda thrash ya habían llegado a su techo con Coma of Souls. Un disco que llevaba su sonido a cotas de calidad impensables en una banda que había surgido como un huracán en la escena extrema germana con aquel asesino y brutal Endless Pain (85). El Petrozza lo sabía, y no tocaba otra que abrirse a las nuevas máquinas apocalípticas que amenazaban el sistema y lanzar a la banda por otros caminos. Renewal tenía buenas ideas pero quizás les quedó muy raro. Demasiado despersonalizado de su sonido y no parecían ellos, pero en este Cause for Conflict habían dado con la tecla. Una banda de las más respetadas de los 80 que había sido capaz de transformarse y presentarse en 1995 mirándole de tú a tú a gente como Sepultura o Machine Head.
Y, en parte, mucho del sabor renovado que tiene el disco fue por la batería magistral e imaginativa del ex-Whiplash, Joe Cangelosi, (un batería que estuvo casi a punto de entrar en Slayer en el 2002, pero el regreso del Dios Tom Lombardo lo privó de probar esas mieles) que le vino perfecto a la banda para poder dar ese giro y no seguir siendo los Kreator un fósil anclado en su propia leyenda.
Formación que graba Cause for Conflict, 95 |
El Mille Petrozza parecía decidido a presentar batalla y a no entregar la cuchara así de fácil, por lo que resurgió con algo a medio camino de todo y de nada. Más peso y rabia contenida, sin tanta velocidad, con cierta actitud punk, dentro de déspotas católicos y proletarios progresistas. Supo salir de un extraño anterior disco Renewal y contraatacar con algo más centrado, combinando sus habilidades adquiridas con una experimentación más ingeniosa y certera. Ponía pies en polvorosa en relación al thrash de los 80 para lanzarse a algo más cercano a un hardcore/groove con toques industriales que tampoco levantó muchas simpatías, todavía hay gente que lo sigue viendo como un tropiezo, como otro paso igual de equivocado como había sido el anterior, pero que hoy resurge con fuerza y anhelo dentro de su discografía.
Los Kreator, 1995 (Joe Cangelosi a la dcha) |
No olvidemos que estamos ante un disco hijo de su tiempo y de sus circunstancias. Grabado con ciertos problemas -según comentaba el propio Petrozza- (parece ser que los de Noise renunciaron a editarlo porque no les convencía nada) y que trataba de sobrevivir en una época difícil y poco amable para este tipo de grupos, por lo que muchos fanáticos se quejaron de que el trabajo era muy mecánico y repetitivo. Demasiado opresivo y que no dejaba espacio para que los temas respiraran, pero ahí estaba una buena Lost (os aseguro que no tiene nada que ver conmigo), que hacía la posición ocho del álbum, sin dar síntomas de cansancio ni aburrimiento. La obra no es amable, es furiosa y tribal, pero sí agradecida si somos capaces de entenderla.
Joe Cangelosi con su batería |
Todo viaje llega a su final, y esta confrontación sin remordimiento (por lo menos al principio) a través de 12 temas, finalizaba igual de misteriosa y controvertida con la última pista del disco, Isolation. Una pieza tan extraña y simbólica (con sorpresa al final) como se mostraba la imagen de la portada, con esa figura alienígena, haciendo un triángulo enigmático dentro de una pirámide y un gran ojo en su cima.
CD Cause for Conflict, 95 |
En tiempos de confusión, Mille eligió el caos antes que la nostalgia, y aunque no todos lo entendieron, esa decisión seguramente fue lo que lo mantuvo vivo. Otra cosa es lo que siguió después. Pero eso es debate para otro día. Hoy, nos quedamos en medio del conflicto con Cause for Conflict: Entre la duda y la rabia... Hasta la próxima, amigos.
7.5/10
Kreator y su "etapa más oscura".
ResponderEliminarEmpezaron un disco antes, con Renewall, del que me considero un gran fan; me pareció una ruptura total con todo lo anterior del mejor grupo de thrash Alemán. Es verdad que hay que echarle muchas escuchas, pero si eres de mente abierta, te deja buen sabor de boca.
Después vendría este Cause for conflict, que vuelve a ser una llamada a filas, pero en los 90, todo era un poco más groove... Pantera y su trasfondo musical había calado no en los grupos, sino en la industria. Todas las casas de discos querían su próximo Vulgar... y algunos grupos se dejaron llevar, con distinto acierto, claro.
Aquí destaca el batería; este angelito da un repaso del uso de tempos, doble bombo y adornos en las canciones que, Ventor no ha vuelto a replicar. Ojo, que Ventor es un batería más que digno, pero Cangelosi me parece mejor, y si se hubiera asentado...
El disco no está mal, se acaba la velocidad descontrolada de los primeros, y empiezan los medios tiempos, mas melódicos, conservando la mala leche, sobre todo en las voces.
Tendrían otras dos oportunidades más con Outcast y Endorama, los dos volviendo poco a poco a lo mas tradicional de Kreator, con sus peros.... (que si algo goticos, melódicos y a medio tiempo) y es en el siguiente Violent donde, poniendo algo más de melodía, alcanzaron su cúspide (si, no todo el mundo opina así, pero ante el azote de los primeros discos, yo prefiero el azote melódico y más controlado de Violent). Después han seguido con su fórmula más o menos, pero sin bajar mucho el nivel (ni subirlo tampoco).
Un 7,5 para el causante del conflicto, ganado a base de doble bombo
Yo con el Renewal no soy capaz de pillarle el punto. No digo que no tenga cosas interesantes, pero se me hace un poco pesado y aburrido. Me parece más logrado este Cause for Conflict, que me da la sensación de que hicieron un poco un compendio de toda su anterior discografía. Hay un poco de todo: Thrash, hardcore, punk, heavy, ahí todo batido con el añadido de algo de groove e industrial muy bien escogido. El álbum es como un frasco lleno de gotitas de aquí y de allá, pero sonando más actuales, más modernos, de la época, vamos.
EliminarYo igual te pondría este Cause for Conflict entre los 5 mejores de su discografía. Pondría primero el Coma of Souls, después el Terrible Certainty, seguiría el debut, Endless Pain, que me mola mucho y, a partir de aquí, igual este... Es que la verdad es que me parece un trabajo muy equilibrado, variado, sólido, contemporáneo y que sigue sonando muy bien.
Bueno, lo de la batería es una auténtica masterclass de cómo tocar una batera de metal. El fulano puede con todo. Temas agresivos, más pesados, más rápidos, técnica de doble bombo, medios tiempos... Me parece uno de los mejores que he escuchado. No olvides que estuvo a puntito de entrar en Slayer en el 2002, solo que la vuelta del Tom Lombardo le frustró de alcanzar la gloria, pero la cosa estuvo muy cerquita...
Outcast y Endorama, me gustan, aunque hay que reconocer que este último se salía mucho de su sonido. Creo que, siendo justos, debió haber salido bajo otro nombre, pero bueno, son dos buenos discos. Aunque me sigo quedando con Cause for Conflict.
Y bueno, Violent Revolution. es un gran álbum. Buena simbiosis ahí entre su sonido clásico y el inicio de su etapa melódica que, aunque hay gente que reniega de ella, me parece una salida muy buena para evolucionar la banda. Si te digo la verdad a partir de aquí no los tengo seguido mucho. Sí recuerdo que me compré (creo que fue el último que me hice de ellos) el Hordes of Chaos que me gustó mucho y, en cierta forma, me recordaba algo a este Cause for Conflict.
No cabe duda de que el Mille Petrozza es un tipo listo, y supo siempre acertar (más o menos) con los discos que sacaba. Después, el fichaje del guitarra que metió, ese finlandés llamado Sami Yli-Simiö, me parece que fue todo un acierto, y el que le dio ese salto de calidad que cogió la banda con su entrada. Algo así como fue el Marty Friedman con Megadeth.
Esta vez coincidimos con la nota. Gracias por revisitar este Cause for Conlict. Ya sabes que el conflicto sique en pie...ajajajajja... Un saludo.
En la nota de este sí, pero no en el mejor. Para mí, Extreme aggresion es su mejor disco, tanto de la vieja como de la nueva época; le sigue Violent y Coma of souls...
ResponderEliminarSí, para muchos el Extreme Agression es el mejor disco. Yo me quedo con el Coma of Souls, que para mí es su obra maestra. Como si dijéramos en Metallica el Master of Puppets, o en Megadeth el Rust in Peace.
EliminarDonde coincido contigo, es puestos en su segunda vuelta a las raíces, seguramente me quede con Violent Revolution. Es que a partir de aquí ya fue darle vueltas a la noria. Discos entre correctos y buenos, pero la innovación se acabó. Es normal, cuando ya llevas 12 discos, no hay mucho de donde sacar. Es tirar de la fórmula y punto.