Una vez leí por algún sitio que para ser un buen metalero tenía que cumplir tres pautas fundamentales: la primera, llevar el pelo largo. La segunda; ser aficionado al porno y, la tercera: gustarte el fútbol. Yo cumplo las tres, sin embargo no soy un buen metalero. Quizás no soy un tío bueno o no tengo un buen par de tetas, ni un cuerpo provocativo. Todo esto es lo que sobrevuela sobre estas cuatro mujeres que se han lanzado al heavy metal y su propuesta está siendo una de las sensaciones de los últimos años. Hay quién dice que todo es espectáculo, un producto provocativo, marketing de libro, bien planeado, pero donde todo es hueco... ¿O, en realidad, detrás de toda esa lujuria y perversión, hay más música de lo que parece?. El efecto Dogma: ¿Música, provocación o espectáculo?.
Portada disco, Dogma, 2023 |
El origen de esta gente parece que no está muy claro, y todo lo envuelve un manto de misterio. Parece ser que los inicios son sudamericanos (¿México?), y por sus imágenes se intuye que beben de los cultos sincréticos mexicanos (Día de Muertos, Santa Muerte, Trinitario Mariano y Conchero) pero, de las que formaron esta historia: las monjas metaleras (foto de la portada) adoradoras de Satán, ya no queda ninguna o solo siguen un par de ellas. De lo que se sabe, es lo que se conoce por sus alias o nombres ficticios. Parece ser que esta banda es un rollo como lo es Ghost, pero solo de tías, con una figura en la sombra que hace de madame y las controla, y el resto van entrando y saliendo.
Dogma |
Bueno, lo que sea de dónde sean, que tampoco importa mucho, el caso es que, tanto las que entran como las que salen, están de muy bien ver. Cuerpos esbeltos, bien formados, con sus atributos perfectamente marcados y preparadas para llevarnos a través de nuestros pecados más tórridos e inconfesables.
Al parecer, su jefa (no la mía) es una tal Lilith, y el resto se hacen llamar; Lamia, Nixe y Abrahel, así se van repartiendo los nombres, llegando haber por lo menos unas 11 mujeres que han participado de alguna manera en la banda. Más o menos dos por cada puesto. Me refiero; dos guitarristas llamadas Lamia, dos bajistas que siempre se llaman Nixe, las baterías, Abrahel y, la vocalista, siempre es Lilith, ya sea una tía o ya sea otra. Últimamente parece que han metido a una quinta integrante, llamada Rusalka, que se encarga de la guitarra rítmica.
No se sabe muy bien si estas Dogma son un grupo como tal o, un proyecto dirigido en la sombra por una mente superior que hace y deshace a su antojo. Supongo que todo este rollo es parte del show. Jugar al despiste y al escondite, bañándolo todo con un halo de misterio para hacer la cosa más interesante. Claro está, después cada uno que se monte en su carro si quiere. Yo, de momento, ni me subo ni me bajo, solo me intereso un poco.
Después de esta entradilla, pera ambientarnos y ponernos un poco en antecedentes, yo, a lo que voy es al terreno musical. Que es lo que me importa. Si después enseñan un poquito de cacha, y las chicas están de buen ver, bienvenido sea, ya sabéis que la música también tiene un componente muy importante de imagen y espectáculo (que se lo digan a Ozzy). Una cosa que no tiene porque ser excluyente con la otra. Ahora, lo que de verdad a mi me interesa es si la música de estas chicas merece la pena o no. (Ghost para heterosexuales).
Once temas casi monográficos, metidos dentro de una obra conceptual, de título homónimo, donde estas cuatro mujeres recorren el interior de un convento, iniciando una especie de liberación sexual, invirtiendo cualquier dogma impuesto por una supuesta redención sexual femenina, pasando a ser ellas las dueñas y señoras de su destino. El resurgimiento de un nuevo orden mundial donde ahora ellas son las jefas.
Bueno, hasta aquí no hay nada nuevo bajo el sol, algo que ya intentaron otras y que siempre se quedaron por el camino. Digo, siempre, porque estas tías van muy en serio y todo este tinglado está muy bien montado. Nos podrá parecer todo un producto comercial, más o menos intencionado o aparentemente inofensivo, al que nadie le va ha hacer caso. O, tal vez, sí, tíos. Está claro que la revolución femenina es imparable, y en algún momento va estallar. Aquí hay mucha carne metida en el asador. Todo está estudiado al milímetro. Cuatro mujeres que son bellezas, bien presentadas y sexis, tocan aceptablemente y toda la imagen e iconografía está hecha sin escatimar detalles.
Sea quién sea, es un tipo o una tipa muy lista, aparte de tener bastante pasta. Pero si no eres un tipo curtido y conocedor del terreno que pisas, estas monjas poseídas por el maligno te pueden atrapar de verdad.
La mente detrás de este disco, en estas once composiciones, recorre casi todo el espectro del heavy metal: desde los comienzos a la modernidad. Hay toques de hard rock de los 70s, heavy metal clásico, shock rock, power metal, symphonic metal o rock gótico.... todo es un cóctel variado y sólido donde no dejan muchos cabos sueltos. Un disparo transversal, donde no hay nada nuevo, como tampoco lo hay en Ghost y fijaros donde están. Todos los cortes son casi singles en potencia. Repitiendo en la mayoría la fórmula; atmósfera ritual, riff pesado y estribillo melódico.
La puerta al disco llega con “Forbidden Zone”, una abertura sombría que prepara el terreno para lo que vendrá. Enseguida aparece “Father I Have Sinned”, primer single y carta de presentación: ganchera, seductora, directa, casi una confesión blasfema convertida en himno. A partir de ahí, Dogma enseña todo su arsenal: riffs pesados, melodías cautivadoras, coros casi sacros y una puesta en escena sonora que parece concebida para un espectáculo tanto visual como auditivo. Un aquelarre donde lo ritual y profano se convierte en música blasfema.
Como veis la cosa va de atraparte y abducirte rápidamente. No pienses, solo mira y escucha... Ya sea a través de su música y/o fijándote en esos cuerpos del pecado. Fetichismo gótico donde escotes voluptuosos, juegan sobre aberturas imposibles, para que dos monjas hagan la tijera encima de un altar. !Ave maría purísima! Ha nacido un nuevo papa, NO. Ha nacido una nueva Papisa. Las nuevas guerreras de Satán que vienen dispuestas a derrocar el orden establecido.
A veces parecen más una secta que un grupo como tal. Las impresiones son contradictorias y el gancho de estar contemplando el trozo de queso que atrapa al ratón, es siempre patente. Otra vez el cuerpo de la mujer como cebo perfecto. La mujer como tentación eterna y objeto del pecado. Sexo y religión: La fascinación por lo prohibido.
¿Está vez será suficiente? ¿Estamos ante las nuevas embajadoras del Heavy Metal? ¿O acabarán barridas por sus mismos tópicos y estereotipos? El debut está ahí y ya veremos si todo queda en gatillazo o su historia cada vez va creciendo más. El tiempo nos lo dirá. De momento, el disco os lo dejo más abajo, por si os queréis adentrar en él. El resultado es cosa vuestra. Bienvenidos al convento de Dogma: ni todo es verdad, ni todo es mentira, solo una ilusión invertida. Hasta la próxima, amigos.
6/10
PD: Os dejo el videoclip del tema; Carnal Liberation. Disco completo más abajo.
Buenas, pues después de haber hecho un master en dos días escuchando su disco, viendo sus videos y actuaciones en directo varias, poco hay que decir (exceso de versiones que tienen estas chicas; y hasta "video oficial" de sus versiones... madre mía donde estamos llegando).
ResponderEliminarMusicalmente, heavy hard rock simple, con estribillos facilones, con nivel musical medio. No hay que olvidar que esto mismo ya se hacía hace mucho en USA época glam y con mejores resultados, cantantes y, sobre todo, guitarristas (Dokken, Bon Jovi, Tesla...).
En cuanto a la parte visual, pues tampoco mucho que decir; que sí, que son chicas; pero vestimentas y pintas hace ya mucho que Tito King, Kiss, Twisted y demás gente las llevan.
Y el baile de nombres y personas detrás, pues como Ghost... que casi da igual quien toque/cante.
En fin, no van a descubrir el santo grial del heavy metal, pero se dejan escuchar. Bien para un ratito, pero me piro a cosas con mas "enjundia"...
5 por la gracia de Diós... adiós y gracias por leerme.
A mí no me parecen mala banda, el problema más gordo que les veo es que parece todo un poco impostado, y más bien un proyecto de una persona, que una banda como tal. Les falta un poco más de personalidad. Se les ve que beben mucho de Ghost. Las tías no tocan mal (no son Dream Theater, obvio), pero los temas son demasiado genéricos y a veces parecen clichés de clásicos.
EliminarYo creo que es una banda que está un poquito inflada y se percibe la sensación de ser un poco un producto. Una especie de orquesta con mercenarias a sueldo. A ver en que queda todo. Desde luego, tienen su gente que las sigue, y hace nada, han estado tocando aquí en el Leyendas y la peña, en general, las disfrutó.
Puede que se quede todo en un petardazo o sigan subiendo. El próximo disco que saquen va a ser el que las lance o las entierre definitivamente... Ya veremos...
Gracias por pasarte, JCSG. Se te lee y de muy buen gusto. Saludos!!!